La petrolera rusa Yukos reiteró ayer que no tiene "nada que ver" con la trama y afirmó que es "imposible" que algunos de sus empleados hayan podido desviar millones de euros sin el conocimiento de la compañía. La empresa comunicó ayer por escrito el desmentido al ministro del Interior, José Antonio Alonso, a la vez que se ofreció para cooperar en las pesquisas.

Una fuente próxima a la investigación dijo el domingo que Yukos pudo ser víctima de sus empleados, que habían desviado dinero a espaldas de la dirección. D. P.