CON LAS LLAMAS del caso Williamson aún ardientes, el papa Benedicto XVI impulsó ayer una batería de nombramientos y, entre ellos, despuntó uno por polémico. Gerhard Maria Wagner ha sido ascendido a obispo auxiliar de Linz (Austria). El obispo Wagner se ganó un hueco en el año 2001 en la prensa porque concluyó que las novelas de Harry Potter eran desaconsejables. En ellas --denunció-- se escondía "la marca del diablo". "Se hace uso de una lengua que nadie entiende porque se quieren movilizar fuerzas mágicas", dijo entonces sobre los conjuros que J. K. Rowling introduce en sus obras. En Austria, las intervenciones de Wagner se guardan en los archivos de los periódicos, así que ayer, para celebrar su ascenso, de inmediato se desempolvaran.