Uno de los peores casos de vandalismo cultural de los últimos tiempos ha servido, paradójicamente, para desechar la muy extendida idea de que los europeos inventaron las pinturas al óleo. Científicos japoneses, estadounidenses y europeos dieron a conocer ayer un estudio que concluye que esta técnica artística se dio por vez primera en Asia. Tienen pruebas: en las cuevas aledañas al lugar en el que se hallaban las estatuas de los budas gigantes de Bamiyán (Afganistán), dinamitadas en el 2001 por los talibanes al considerarlas contrarias al Corán, hay murales al óleo que datan del siglo VII. En ellos, el sabio nepalí aparece vestido con túnicas bermellón y sentado entre hojas de palmera y criaturas míticas. Los primeros ejemplos de este método pictórico en Europa datan del siglo XIII.

"Es el ejemplo más temprano de pinturas al óleo en el mundo, aunque los aceites secantes ya eran usados por romanos y egipcios como medicinas y cosméticos", afirma en el estudio, que publicó ayer el Journal of Analytical Atomic Spectometry , la nipona Yoko Taniguchi, quien encabezó el equipo que se desplazó hasta Afganistán. Tras varios años de inactividad, vuelve a haber investigaciones arqueológicas en el país asiático.

Según declaró la francesa Marine Cotte a la agencia Efe, es probable que sin la "conmoción" causada por la demolición de los budas de Bamiyán no se hubiera prestado tanta atención a las cuevas y, por tanto, tampoco se hubiera llegado a este extraordinario hallazgo, en el que ha participado la Instalación Europea de Radiación Sincrotrónica (ESRF).