La Casa Blanca dijo la semana pasada que paralizaba la concesión de nuevos permisos y ayer se supo que la primera "víctima" de aquel anuncio ha sido la compañía Royal Dutch Shell, que había pedido autorización para iniciar exploraciones en la costa de Alaska este verano, pero que de momento deberá esperar a que se conozcan los motivos el hundimiento de la plataforma de BP. La administración Obama también ha cancelado las reuniones previstas este mes para abordar las nuevas perforaciones en la costa de Virginia.