TLta televisión en nuestro país, excepciones aparte --más bien pocas--, da asco. Una de esas excepciones es Primera fila , programa que Canal Extremadura dedica en las noches del domingo (22.35) al castigado mundo del cine. Su propuesta, emitir una película clásica, no es ni mucho menos nueva (otros canales como Localia también lo hacen), pero tiene a su favor tres características que lo convierten en una pequeña joya, y más en estos tiempos: la breve presentación a cargo de su director Tinti Rebollo , la calidad de las películas y su emisión ininterrumpida sin cortes de publicidad. Y, además, con la ventaja de que algunos títulos son rarezas difíciles de conseguir en los circuitos comerciales habituales.

Ahora que en televisión menudea el puriempleo y los presentadores hacen de todo un poco (igual fríen una camisa que planchan un huevo), es un acierto que Primera fila esté a cargo de alguien tan bien documentado como Rebollo, gestor cultural que desde hace años viene dedicándose a la promoción del cine colaborando en la dirección de, entre otros proyectos, la Asociación Cinéfila Re Bros, impulsora de la revista Versión Original (todo una campeona de la supervivencia editorial) y de la Gala de Premios San Pancracio.

El pasado domingo pudimos ver Siempre Eva (Tay Garnett, 1937), una comedia gozosa --pese a sus altibajos-- que destila una sana ironía sobre la industria de Hollywood, con un insólito Humphrey Bogart antes de que aprendiera a vestir la gabardina y el malhumor que le hicieron famoso.

Los aficionados al cine tenemos ahora una nueva oportunidad de disfrutar el séptimo arte sin salir de casa.