Cuando Rouco Varela fue designado como nuevo presidente de la CEE, el martes pasado, los principales dirigentes del PP no quisieron analizar la elección episcopal. Pero ayer, el presidente del PP, Mariano Rajoy, felicitó al arzobispo de Madrid y, a la luz de las críticas que este había recibido el día anterior, dijo estar "sorprendido porque unos señores que no son católicos estén preocupados". Su número dos, Manuel Pizarro, sostuvo que la elección de Rouco "debe de ser una buenísima noticia porque el PSOE dice que es mala". El presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero manifestó que confía en que haya un "diálogo fluido" entre la Iglesia y el Ejecutivo.