La mexicana Jessica Santillán, de 17 años, se debate entre la vida y la muerte doce días después de ser sometida a un trasplante de corazón y pulmón de un donante incompatible en el Hospital de la Universidad Duke de Carolina del Norte.

La joven, que cuando entró en el quirófano pesaba tan sólo 39 kilogramos y medía 1,57 metros, recibió los órganos, trasladados desde Boston (Massachusetts), de un donante cuyo tipo de sangre era incompatible con la suya.

Los médicos tienen pocas esperanzas de que la paciente sobreviva hasta encontrar los órganos necesarios para ser sometida a un segundo trasplante. Tras la operación, Jessica tuvo un rechazo y su estado es de extrema gravedad.