En el Reino Unido está permitido usar el pañuelo islámico que cubre la cabeza en escuelas y lugares de trabajo. Es habitual que los centros escolares negocien con los padres el uniforme de los alumnos y acepten indumentarias especiales, como pantalones y túnicas, para las estudiantes musulmanas. La polémica entre los británicos se centra ahora en el velo que cubre completamente el rostro, excepto los ojos. Los tribunales rechazaron la demanda de una alumna contra su escuela, que se negó a que acudiera a clase cubierta con un gran velo.

En los controles de fronteras la policía exige ahora que las pasajeras muestren el rostro al presentar el pasaporte para comprobar su identidad. Una compañía de autobuses de Edimburgo también requiere a las usuarias que enseñen la cara, para evitar que otras personas utilicen los pases personales, que disponen de tarifas especiales. Recientemente la profesora de una escuela de primaria fue despedida por negarse a quitarse el velo negro que tapaba su boca. Los niños se quejaban de que no entendían lo que decía. BEGOÑA ARCE