Los periodistas infiltrados se han convertido en una verdadera amenaza para la seguridad de los Windsor. Una vez más, un reportero ha logrado burlar los controles de la academia militar de Sandhurst, donde estudia el príncipe Enrique, y ha puesto en evidencia a los responsables de garantizar la protección de la familia real británica. En esta ocasión, un periodista del dominical News of the World, haciéndose pasar por un carpintero, se acercó al hijo menor de Carlos e incluso tuvo acceso a su dormitorio. En junio, un periodista de The Sun caminó por terrenos que pertenecen a la misma academia. R. ABARCA