El Gobierno español necesitó la intervención personal del rey Juan Carlos ante el monarca marroquí, Mohamed VI, para conseguir que Rabat multiplicara sus esfuerzos y colaborara en frenar los asaltos masivos de subsaharianos a Ceuta y Melilla.

"Durante esos días, el rey de España llamó tres veces a su majestad pidiéndole ayuda", explicaron el ministro del Interior, Mustafá Sahel, y el ministro delegado de Exteriores, Taieb Fassi Fihri, durante un futur (cena de ruptura del ayuno del Ramadán) con periodistas el martes por la noche.

REFUERZO MILITAR El soberano español actuó a petición del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que atravesaba una difícil situación por los sucesivos asaltos.

Juan Carlos I "nos dijo: Ayúdennos para que el flujo disminuya´", explicó el ministro Sahel, según el cual el monarca marroquí "contestó que sí a España".

El compromiso de Mohamed VI se tradujo en un refuerzo de las unidades militares marroquís en esas fronteras. Con esa intervención, Juan Carlos I recuperó el papel de mediador con Marruecos que ya tuvo durante el Gobierno de Felipe González. En aquella época, el Rey telefoneaba a Hassan II o, si la mediación era especialmente delicada, solía enviar como mensajero a Simeón de Bulgaria. Esa estrecha relación con Hassan II y Mohamed VI no sirvió de nada durante la crisis entre ambos países en el 2001 y el 2002. José María Aznar prohibió la intervención de Juan Carlos I en el conflicto y no hubo llamadas.

FELICITACION El nuevo espíritu bilateral quedó reflejado ayer con los mensajes de felicitación que, con motivo del 12 de octubre, Mohamed VI envió al Rey y a Zapatero, y en los que destacó la "cooperación fructífera".

Zapatero no quiso confirmar ayer la intervención del rey Juan Carlos y se limitó a asegurar que ambos soberanos hablan regularmente por teléfono.

El presidente del Gobierno afirmó en Madrid que los problemas derivados de la inmigración sólo se pueden resolver con "medidas de responsabilidad al 50%" entre España y Marruecos. Además, Zapatero llamó a la prudencia en los juicios sobre la manera en que Marruecos está tratando a los inmigrantes.

Durante el futur del martes por la noche, los dos ministros marroquís quisieron dejar bien claro que la readmisión de un grupo de 73 inmigrantes el jueves pasado fue "un gesto excepcional y solidario" llevado a cabo como respuesta a la gestión de Juan Carlos I.

Ambos dirigentes aseguraron que esa devolución "no tuvo nada que ver con el tratado" de readmisión firmado en 1992 y advirtieron que Marruecos no aceptará más expulsiones, como adelantó este diario el pasado martes.

Los ministros aseguraron que "el Gobierno español reconoce el esfuerzo de Marruecos" pero lamentaron que en España "se ataque a quien más está haciendo por combatir ese fenómeno".