Richard Gere, budista de confesión, habrá tomado ración doble de meditación para mantener el karma en equilibrio en su última campaña: una gira de paz por Oriente Próximo. El actor, que recorrerá hasta mañana Israel y Palestina, empezó ayer su singular Hoja de ruta en la que, según él, escuchará al pueblo y tenderá puentes de diálogo.

El anfitrión del actor, el profesor Yaacov Raz, dice que "viene en plan modesto". Pero modesto Hollywood: acampa en la suite de un hotel de lujo de Tel-Aviv.