El Gobierno recurre de nuevo a la más alta tecnología para solucionar los problemas derivados de la crisis del Prestige . Después de hacer uso del batiscafo Nautile para conocer el estado del buque hundido, ahora ha contratado los servicios del robot submarino Nereus IV, no tripulado, que se dedicará a buscar fuel en los fondos marinos del litoral gallego. La presión de los marineros, que insisten en que hay petróleo en varias zonas de la costa, ha obligado a las autoridades a recurrir al nuevo submarino.

Transportado a bordo del buque Teneo, el Nereus IV está ya en la isla de Sálvora, dispuesto a realizar su labor. Propiedad de la empresa espa-

ñola Tyco Telecomunicaciones, el Nereus IV se dedica habitualmente a la reparación de cables submarinos. Tiene una velocidad de desplazamiento de dos kilómetros por hora, cuenta con seis cámaras, puede desplazarse por el fondo y recoger muestras mediante dos manipuladores y se sumergirá, en esta misión, hasta un máximo de 2.500 metros en las zonas entre el sur de Corrubedo y el norte del cabo Vilán.

POLEMICO INFORME

También es capaz de transmitir la información al buque nodriza en tiempo real. El Ministerio de Fomento lo ha contratado para tener una información sobre dónde y cómo se distribuye el fuel que hay en las zonas de más profundidad cara a la regulación de la pesca, después de la polémica generada en Galicia por el informe del Instituto Oceanográfico, que asegura haber detectado fuel en los fondos marinos del exterior. Los pescadores también han avistado placas de petróleo en distintas zonas del litoral y han presionado al Gobierno para que garantice la limpieza de la costa gallega.

Al presidente de la Comisión de Afectados por el Prestige , Evaristo Lareo, le parece una "contradicción" que el estudio se realice ahora y no antes.