Chispea en la calle de Tirana de Bucarest, así que las decenas de rumanos que esperan para arreglar sus papeles en la embajada española se dispersan para buscar parapeto bajo los árboles o junto a los edificios cercanos. Casi todos los que aguardan turno han estado ya trabajando en España y ahora pretenden renovar los documentos que les permitan regresar legalmente.

"Yo estuve empleada en Terra Mítica", cuenta Irina, una joven que aferra contra su pecho la carpeta con sus documentos para evitar que se mojen con la lluvia. "Espero volver pronto porque tengo allí a mi novio", dice sonriente. A escasos metros espera turno Mihai. "Vengo para ver si arreglo los papeles para ir a trabajar a Aranda de Duero" , dice.

Para ellos, como para muchos rumanos, España es ahora el gran referente migratorio, el destino prioritario, superando a Italia, el país que atraía a la mayoría de rumanos y donde viven un millón de compatriotas.

¿Por qué España como destino y no otro país de la Unión Europea? Para ellos, la respuesta es muy simple. "Elegimos España porque hay muchas más oportunidades de trabajo que en los otros países de la UE", comenta Marius, un joven que aprende español para ir a trabajar de camarero a Barcelona.

Por dinero

Cuando se les pregunta si emigran porque en Rumanía no hay empleo, los jóvenes sueltan una carcajada y Marius, ocurrente, responde: "Aquí sí hay trabajo, lo que no hay es dinero". Con esa sentencia, este joven retrata lo escaso de los sueldos en Rumanía, donde el salario medio está en los 200 euros.

"Los sueldos son muy bajos, los precios han subido y los rumanos están agotados por tantos años de penurias, por eso buscan una vida mejor", cuentan fuentes diplomáticas en Bucarest. "España aparece como un país donde se encuentra trabajo con facilidad y donde hay una similitud cultural que facilita la vida diaria", sostienen. Y destacan que "la inmigración rumana es la que mejor se ha adaptado a la sociedad española".

"Emigrar se ha convertido en un deporte nacional", comenta sin frivolidad Valentin Zaschievici, redactor jefe del Jurnalul National , el diario de mayor tirada del país.

Todos estos jóvenes, que saben que cinco días de trabajo en España equivalen al sueldo de un mes en Rumanía, han sido bautizados por la sociedad rumana como los kapchunaris que se puede traducir como los fresoneros, que tiene su origen en la dinámica migratoria que se inició cuando miles de rumanos fueron reclutados para la recogida de la fresa a España. También viven e Madrid, el Levante y La Rioja.