Un hombre acusado de intento de asesinato ha aceptado hoy una condena de siete años de prisión por haber tratado de matar a otro arrebatándole una de las muletas que llevaba y golpeándole con ella, hasta que la víctima terminó por refugiarse en un ambulatorio sin que nadie acudiera en su auxilio.

El acusado, Mohammed K., ha reconocido los hechos que se le imputaban y se ha conformado con la rebaja de condena planteada por la fiscalía, que inicialmente pedía doce años de cárcel por intento de asesinato, lo que ha evitado la celebración del juicio.

La agresión ocurrió el 2 de agosto de 2006 en la calle Foradada de Barcelona, donde el acusado se encontró con la víctima, Alberto M., a quien conocía previamente, y le exigió que le entregara su móvil asegurando que le pertenecía. Ante la negativa de la víctima, que precisaba dos muletas para caminar debido a una fractura en la pierna, el procesado le arrebató uno de sus apoyos y le golpeó repetidamente con ella en diversas partes del cuerpo.

Alberto M. se refugió entonces en un ambulatorio cercano, situado en la calle Barcino, pero el procesado le siguió hasta allí y le pegó hasta sesenta o setenta golpes con la muleta y con un extintor que cogió del centro sanitario, además de lanzarle varias piedras que había cogido en la calle.

La agresión duró cerca de tres cuartos de hora y no cesó hasta que el acusado dio por muerto a la víctima, que no fue auxiliado por el personal del ambulatorio hasta que el atacante se marchó. A consecuencia de la agresión, Alberto M. sufrió un traumatismo craneoencefálico grave del que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de urgencia, operación que le salvó la vida.

Por este motivo, el procesado deberá indemnizar a la víctima con 37.920 euros por los daños causados y las secuelas derivadas de la agresión.