TPtasará un tiempo, pero llegará a la vida cotidiana y supondrá una auténtica revolución. Los viajes virtuales ya no serán ciencia ficción. En estos momentos se trabaja en algo parecido y, sin duda, cuando se comercialice nos llegará perfeccionado. En más de una ocasión he fantaseado con el argumento de una película de Schwarzenegger en la que había una agencia que se dedicaba a esto. Llegaba el cliente, se ponía unas gafas y se trasladaba al lugar elegido.

He leído en la prensa que está en marcha un proyecto español de realidad virtual diseñado para mitigar las situaciones de estrés durante los largos viajes espaciales. El proyecto hace posible que los tripulantes, cuando necesiten escapar del aislamiento, puedan pasear por el campo o por un parque. Pienso que nada impide que, con el tiempo, se puedan añadir otros campos y otros parques. Nada impide que se incluyan entre las posibilidades de elección paseos por las ciudades, visitas a museos, escaladas de montañas, placenteros baños en el mar o trepidantes bajadas por rápidos ríos ¿Por qué no? Lo que creí tontos sueños despertados por una película, resulta que ahora están cerca de convertirse en realidad.

No importará que no haya podido cogerme unos días en Semana Santa. Bastará con ir a un establecimiento especializado y comprar el equipo necesario. Me sentaré en mi sillón e iniciaré el viaje que me apetezca. De momento le veo el inconveniente de que se trata de una experiencia que disfrutas en solitario, pero seguro que esto también lo arreglan y podrás conectarte con la persona o personas que elijas.

Según he leído, el simulador no solo te introduce en una realidad virtual, sino que está programado para inducirte sentimientos de alegría y de relax. Fantástico. Viajes sin peligros ni malos rollos.