Los toros gaditanos de Fuente Ymbro han corrido un encierro de 3 minutos y 40 segundos de duración, en el que al parecer solo un mozo ha sido corneado y en el que los momentos más emocionantes han estado protagonizados por un astado que se ha quedado rezagado. Los astados de Fuente Ymbro, en su cuarta participación en la cita pamplonesa, siempre habían corrido encierros muy rápidos y en los tres años anteriores solo habían corneado a un mozo.

Después de que los mozos entonaran los tres cánticos en los que piden la protección de San Fermín, la manada ha salido de los corrales de Santo Domingo encabezada por los cabestros, agrupada y a gran velocidad. Al producirse el contacto de la manada con los primeros corredores a mitad de la cuesta, se han producido las primeras caídas de mozos, aunque los astados gaditanos no se han fijado en los mozos y, sin disminuir el ritmo de carrera, han hecho este tramo por el centro de la calzada. Uno de los bureles ha estado a punto de resbalar en este primer tramo, aunque no ha llegado a caer y ha continuado la carrera junto al resto.

Arrollados dos mozos en Mercaderes

En la plaza del Ayuntamiento, uno de los toros ha adelantado a gran velocidad a los cabestros que encabezaban la manada y al llegar a la calle Mercaderes dos mozos han sido arrollados por los bureles, aunque no han sido alcanzados por las astas. La manada no ha resbalado al llegar a la curva de Mercaderes, aunque, al principio de la calle Estafeta, se ha producido uno de los momentos más peligrosos del encierro cuando en la parte izquierda de la calle se ha creado un pequeño montón formado por cinco corredores y dos de los astados han pasado por encima de ellos.

En ese mismo punto, al comienzo de la calle Estafeta, uno de los corredores, un joven californiano, ha recibido un puntazo en el abdomen. El toro negro que abría la manada se ha adelantado a sus hermanos en la calle Estafeta y ha sido rodeado por los corredores, mientras los cabestros y el resto de la manada le seguía a cierta distancia, siempre a gran velocidad y arropada por los pastores.

Resbalón de uno de los pastores

Los fuente ymbro han hecho gran parte de los 300 metros de la calle Estafeta con nobleza, por el centro de la calzada, aunque, al final de este tramo, uno de los toros se ha parado y se ha vuelto en numerosas ocasiones hacia los corredores creando los momentos de mayor peligro del encierro. El momento de mayor tensión se ha producido cuando uno de los pastores ha resbalado junto al vallado, ha perdido su vara y ha sido embestido por este toro rezagado, aunque ha podido refugiarse en las tablas y al parecer no ha resultado herido, ya que ha continuado con su labor de guiar a los astados.

Mientras, el resto de la manada entraba en la plaza de toros y era conducida por los dobladores a los chiqueros y este toro rezagado, tras volverse nuevamente en el callejón, entraba también en la plaza poco después y ha sido conducido a punta de capote junto a sus hermanos a los corrales.

Un herido por asta y otro, con traumatismo

Dos personas han sido trasladadas a los centros hospitalarios de Pamplona tras resultar heridas, una de ellas por asta de toro. M.T.W., californiano de 22 años, ha sido trasladado al Hospital de Navarra tras sufrir un puntazo en el abdomen al comienzo de la calle Estafeta, donde varios mozos han caído y han sido arrollados por los toros. El Hospital Virgen del Camino ha recibido al otro herido, O.P.P., de nacionalidad griega y 20 años, aquejado de un traumatismo facial.

De los trasladados tras el primer encierro, continúan ingresados el corredor de Lecunberri (Navarra) J.M.E.A., que permanece estable en la UCI, el coreano B.K., de 26 años, y el californiano J.P., de 20 años. Del encierro de ayer continúan ingresados, en el Hospital de Navarra, el vecino de Amorebieta A.G.H., de 37 años, con traumatismo en el codo derecho y fractura en la vértebra lumbar, y en el Virgen del Camino el bilbaíno J.Z.Z., de 21 años, que sufrió una cornada y evoluciona favorablemente, y el pamplonés de 45 años J.N.I., ingresado por policontusiones y herida en un tobillo.