Gente deportista, aventurera y sin miedo a las alturas. Ese es el perfil de los trabajadores de Verticales Emérita, una empresa pionera en la ciudad de Mérida que realizan, entre otras cosas, reestructuraciones o pintura de fachadas y edificios sin utilizar andamios, utilizando en su lugar cuerdas y arnés.

La idea partió de un grupo de amigos que compartían aficiones como el deporte, las actividades al aire libre y sobre todo la escalada. "Queríamos hacer algo distinto, acorde con nuestra forma de ver la vida y que fuera divertido", cuenta Ana Moreno, gerente de la empresa. En principio, el equipo estaba formado por apenas tres personas, que se ha ampliado a siete y que seguirá creciendo el año que viene.

Pero para formar parte de Verticales Emérita no basta con tener conocimientos de albañilería o pintura. Los veteranos de la empresa llevan a los trabajadores que se van incorporando a la montaña y les enseñan técnica de escalada y la utilización el material de verticales, que es diferente al de la escalada convencional.

Pese a la sensación de inseguridad que puede dar ver a los trabajadores colgados de cuerdas, los equipos son muy completos y seguros. "La gente se sorprende mucho al vernos trabajando, se quedan mirando o nos dicen que qué valor tenemos", señala José Antonio Gómez, encargado y trabajador de Verticales Emérita. Los empleados llevan mosquetones, descensores, anticaídas, poleas, arnés y cuerdas especiales entre otras cosas. "Equipar completamente a cada trabajador cuesta más de 1500 euros, pero nosotros no escatimamos en gastos porque está en juego su seguridad", comenta José Antonio. Además, para mayor seguridad utilizan casco y gafas y botas de protección, en definitiva todo un equipo para descender por las fachadas y edificios.

La gente piensa que este tipo de técnica puede parecer menos seguro que los andamios pero no es así. Según el encargado, las estadísticas muestran que hay menos accidentes laborales en verticales que en andamios. "En los andamios se suben más personas a la vez de tal forma que si falla la estructura, sufre más gente las consecuencias". A esto hay que añadir otras ventajas, tales como la reducción de los robos que pueden producirse al facilitar la subida a viviendas, del tiempo que se tardan en montar los andamios, y del espacio que ocupan, añadiendo dificultad a calles estrechas e inaccesibles.

El trabajo en verticales está poco extendido en la región. Sin embargo, en otras comunidades como en Madrid hay muchas empresas dedicadas a estos trabajos, empresas que han servido de referencia para la creación de Verticales Emérita. En Extremadura apenas existen tres o cuatro empresas dedicadas a este sector, pero ellos lo tienen muy claro "es el método del futuro".