La Guardia Civil detuvo la noche del martes en el municipio mallorquín de Capdepera a tres personas como supuestos responsables del derrumbe, horas antes, del Hotel Son Moll de Cala Ratjada, en el que murieron cuatro trabajadores y en el cual se estaban realizando obras de rehabilitación sin la correspondiente licencia de obras.

A los arrestados, que son el arquitecto, el aparejador y el jefe de obra del proyecto de reformad el edificio, se les acusa de un presunto delito de homicidio por imprudencia y de otro contra el derecho de los trabajadores, según el Instituto Armado.

Los detenidos prestaron ayer declaración ante los agentes de la policía y está previsto que durante el día de hoy pasen a disposición judicial. También declararon en calidad de imputados los propietarios de las dos constructoras que llevaban a cabo la rehabilitación y el propietario y la administradora de la promotora, que quedaron libres.

PAPELES EN TRAMITE El objetivo de las pesquisas es dirimir responsabilidades tras el derrumbe de uno de los tres edificios de los que consta el establecimiento y que causó la muerte a cuatro obreros que en ese momento descansaban en su interior. Según reveló el martes el alcalde de Capdepera, Bartomeu Alzina, el ayuntamiento había solicitado hasta en tres ocasiones a Serrano Hoteles, el grupo propietario, que paralizara los trabajos ya que carecían de licencia, pero al parecer este hizo caso omiso a la orden del consistorio mallorquín.

La empresa hizo público ayer un comunicado en el que, además de manifestar su más "sincero pésame" a los familiares de las víctimas y prestarles su ayuda, afirma que la licencia de obras estaba en trámite --versión que avaló el presidente del Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares, Luis Corral, en declaraciones a la agencia Europa Press-- y que los documentos administrativos y técnicos requeridos estaban en orden. Los propietarios también aseguran que todas las deficiencias detectadas por los técnicos habían sido "subsanadas" y que el plan de seguridad exigido por la ley se seguía "escrupulosamente", si bien los sindicatos denuncian que "brillaba por su ausencia".

Como causa del hundimiento, los dueños --titulares de otros hoteles en Cala Ratjada como el Clumba y el S´Entrador-- manifiestan que "los primeros indicios apuntan a que la tempestad de lluvia y viento caída en la zona pudo haber sido el factor clave". Según la Agencia Meteoro-lógica de Baleares, Mallorca registró el martes las precipitaciones más abundantes en 29 años: 276 litros por metro cuadrado en 24 horas en la sierra de Tramuntana.

Ayer, coincidiendo con el primero de los tres días de luto decretados, los principales dirigentes sindicales y las máximas autoridades de las islas --entre otros el presidente, Francesc Antich, y el delegado del Gobierno, Ramon Socias-- guardaron un minuto de silencio ante las puertas del Parlamento de Baleares en memoria de los fallecidos.