Los países de la Unión Europea (UE) han aprobado hoy eliminar los requisitos de "tamaño" y "forma" exigidos actualmente para la comercialización de frutas y de hortalizas, informaron fuentes comunitarias. El Comité de Gestión de la UE -formado por expertos de los Veintisiete- ha acordado que desaparezcan las normas de venta para 26 frutas y verduras y mantenerlas sólo para un grupo limitado de 10 productos -que representan el 75% del valor del comercio hortofrutícola-, aunque en este último caso con mayor permisividad.

A partir de julio de 2009 los países podrán autorizar la venta de "todas" las frutas o verduras, independientemente de su tamaño o forma, según fuentes de la Comisión Europea (CE). Esto quiere decir que para diez productos seguirán vigentes los requisitos actuales -como los cítricos o los tomates-, pero se podrá permitir su venta al público, siempre que estén en estanterías aparte y se etiqueten de una forma diferente a los productos que sí cumplen las reglas. Deberán etiquetarse de una forma diferente a los vendidos como "extra", "clase I" y "clase II".

La decisión de hoy en el Comité ha sido rechazada por 16 países comunitarios -entre ellos España, primer productor hortofrutícola-, que no reunieron los votos suficientes para evitar que la propuesta saliera adelante. El sector español ha alegado que la supresión de normas puede ser muy negativa para los productores y los consumidores.

Ahorrar en tiempos de crisis

La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, ha defendido, en un comunicado, esta decisión. "En estos tiempos de alimentos caros y dificultades económicas generalizadas, los consumidores podrán escoger entre la mayor gama de productos posible; Carece de todo sentido tener que tirar productos que están en perfecto estado solo porque no tienen una forma adecuada", según Fischer Boel.

La CE aprobará oficialmente en breve la supresión de normas y entrará en vigor el 1 de julio de 2009. Los 26 productos para los que se eliminan las normas son: alcachofas, albaricoques, espárragos, calabacines, aguacates, coles de Bruselas, coliflores, cerezas, berenjenas, ajos, melones, sandías o cebollas, pepinos, zanahorias, puerros, ciruelas o espinacas, entre otros.

En cuanto a los diez alimentos para los que se mantendrán las reglas representan tres cuartos del valor del comercio hortofrutícola de la UE: las manzanas, kiwis, cítricos, lechugas, melocotones, tomates, peras, fresas, uvas de mesa y pimiento dulce. Estos son los productos para los que un país podrá permitir la venta, pero con etiquetas especiales que los distingan de los que sí cumplen las normas y con menciones como "producto para la transformación" o para ser cocinados.

Según Fischer Boel: "esta iniciativa señala un nuevo amanecer para los pepinos curvos y las zanahorias nudosas, y es el ejemplo concreto de los esfuerzos por reducir los trámites burocráticos innecesarios". "No hay ninguna necesidad de regular estas cosas a escala comunitaria, es mucho mejor dejarlo en manos de los agentes económicos del mercado", según Fischer Boel.