Al ejecutivo del PP de la Comunidad Valenciana, adalid de la objeción de conciencia contra Educación para la Ciudadanía, se le ocurrió impartir la materia en inglés para desacreditarla. Tras el rechazo de la Cortes Valencianas y la evidencia de que solo 20 docentes podrían impartirla en secundaria, el consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, propuso ayer otra opción en vez de objetar: no acudir a clase y realizar un trabajo trimestral, también en inglés, con un "enfoque transversal".

Los alumnos, de acuerdo con esta segunda propuesta, trabajarían con un texto previamente consensuado por sus familias y contarían con el apoyo de un docente del departamento de inglés de cada centro. Según Font de la Mora, la opción del trabajo está pensada, precisamente, para "el alumnado que pudiera plantear objeción de conciencia". Ahora, según sus datos, se han presentado en la región 3.600 solicitudes de objeción.

El Ministerio de Educación no tardó en reaccionar tan pronto conoció la orden valenciana. "La ley orgánica de educación (LOE) no admite alternativas de ningún tipo a Educación para la Ciudadanía y debe cumplirse. La orden será recurrida", anunció tajante la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia.

En una comparecencia improvisada, Almunia se lamentó de que todavía no ha escuchado a ningún miembro del PP una sola frase acerca de lo "que les gusta o no les gusta" de esta asignatura. "Solo he visto grandes titulares referidos a que es una asignatura que trata de adoctrinar. A mí me parece que lo único que busca el PP es confrontación política", comentó.

MANO TENDIDA La secretaria de Estado pidió al líder del PP, Mariano Rajoy, que ponga "orden" en las comunidades autónomas gobernadas por los populares --entre ellas la Comunidad de Madrid, que preside Esperanza Aguirre-- y haga que se cumpla la ley. En un tono más sereno y dialogante, Almunia tendió la mano al PP para llegar a un acuerdo sobre esta asignatura, "pero a ese PP --matizó-- que está pidiendo que lleguemos a acuerdos, porque yo creo que es necesario para las familias". "El Gobierno está dispuesto a hablar y a debatir sobre ideas útiles para las familias y los jóvenes, pero no sobre ocurrencias como la de Valencia", insistió Almunia.

El ministerio recordó que quien no curse la materia "tendrá las cosas muy difíciles" para poder titularse en ESO. "¿Qué pensará una padre cuando se le diga que su hijo no puede pasar de curso porque no la tiene aprobada?", preguntó Almunia.

Algunas CCAA gobernadas por el PP están planteando, de la mano de asociaciones ultracatólicas, la creación de un "fichero nacional" de objetores.