El Vaticano endurecerá la ley de la Iglesia sobre los casos de abusos sexuales a menores cometidos por parte de sacerdotes.

En los próximos días, la Santa Sede establecerá que las víctimas de abusos podrán denunciar el caso hasta que tengan 38 años. Es decir, hasta dos décadas después de cumplir la mayoría de edad, en lugar de los 10 años que hasta ahora limitaban la prescripción.

Esta ampliación del periodo que está permitido para denunciar representa un hecho significativo porque, como explica la vaticanóloga de la agencia Reuters Pullella Felipe, "muchas personas que sufrieron abusos por parte de sacerdotes no encuentran ni apoyo jurídico ni fuerza moral para presentar la denuncia hasta bien entradas en la edad adulta".

MEDIDAS DISCIPLINARIAS Pero no será esta la única modificación que la Santa Sede incorporará en el reglamento.

Por primera vez, aquellos religiosos que tengan pornografía infantil en su poder serán acusados de un delito grave y se expondrán a fuertes medidas disciplinarias aunque no hayan cometido abusos.

Los cambios previstos que actualizarán un documento denominado Motu Proprio , que emitió el fallecido papa Juan Pablo II en el año 2001 para hacer frente a casos de abusos sexuales permitirán también que, siempre que haya pruebas de pederastia "graves y claras", los obispos locales puedan retirar los hábitos a un cura sin que haya necesidad de celebrar un juicio canónico. Estos juicios son siempre más largos.

En estos casos, la Iglesia apartará del sacerdocio por decreto a los implicados.