La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, uno de los ministerios del Vaticano, considera que la ordenación de personas homosexuales es "totalmente desaconsejable, imprudente y peligrosa", según se dice en un informe realizado para responder a la pregunta de un obispo sobre la cuestión y que fue planteada a través de la Congregación para el Clero.

El documento, avalado por la firma del cardenal chileno Jorge Medina Estévez, que acaba de ser relevado al frente de la congregación al haberse jubilado, sostiene que un homosexual o una persona con esta tendencia "no es idónea" para vestir los hábitos.

Las afirmaciones de este ministerio de la Santa Sede coinciden en el tiempo con el estudio, por parte de la Congregación para la Educación Católica, de la posibilidad de elaborar un documento en el que se fijen los criterios de admisión en los seminarios y que abordaría la cuestión de la vocación sacerdotal de los homosexuales, según ha admitido el cardenal Zenon Groholewski.

El texto incluiría una especie de manual para impedir que los seminaristas homosexuales puedan llegar a ser ordenados sacerdotes, según han anunciado diferentes fuentes. La iniciativa respondería a la necesidad de afrontar los escándalos sexuales en los que se han visto implicados en los últimos meses centenares de curas en Estados Unidos y que han sumido en una profunda crisis a la Iglesia católica de aquel país, una de las más poderosas del mundo.

Por otra parte, el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, se ha comprometido personalmente en la defensa de la causa de beatificación de Isabel I de Castilla y León, Isabel la Católica, la reina que expulsó a judíos y musulmanes de España e instauró la Inquisición. Rouco defendió el miércoles su beatificación en la embajada española ante la Santa Sede.