Internet no podía quedar al margen del descontento de los pasajeros por los discutidos y muchas veces humillantes controles de seguridad de los aeropuertos. El enojo ciudadano ha cristalizado en la web www.nosinzapatos.com, que pretende recoger las quejas, contar los infortunios sufridos en los registros y proponer acciones para luchar contra una medidas que sus impulsores consideran "un atropello a los derechos de los ciudadanos". La iniciativa se suma a quejas como la que hoy escucha el Parlamento Europeo de los labios del joven de L´Hospitalet David Raya y al recurso judicial de un austriaco que puede acabar motivando que la norma sea declarada nula.

¿Por qué no sin zapatos y no sin el cinturón, los medicamentos, el biberón del niño, el champú o incluso el queso del bocata? Materiales tan inocuos han sido considerados también por la normativa europea de líquidos como potenciales armas de destrucción masiva. El administrador del sitio, Alberto Masero, reconoce que había mucho donde escoger, pero que se inspiró en el incidente vivido por el eurodiputado de CiU Ignasi Guardans en el aeropuerto de El Prat cuando le obligaron a descalzarse porque había advertido a otros pasajeros que no era obligatorio quitarse los zapatos si el arco de seguridad no había pitado. "Ahora te los vas a quitar tú, listo", le espetó el vigilante.

"Más allá de si es humillante quitarse o no los zapatos, la historia nos parecía muy representativa de los abusos de autoridad que se producen por parte de guardias que se creen omnipotentes porque nadie le controla a ellos", argumenta el administrador, que destaca la plasticidad de la imagen de decenas de ciudadanos obligados a andar en calcetines por las terminales. "¿Que será lo próximo a lo que nos obligarán en aras a la seguridad si no nos resistimos?", se pregunta él.

MALTRATO CONTINUO Aunque la web acaba de empezar, ya pueden leerse algunas historias vividas por los primeros internautas que la han localizado. Ninguna es tan angustiosa como la de David Raya --ofrece un enlace con su blog--, el enfermo de fibrosis quística y diabetes al que ponen trabas para embarcar sus medicamentos, pero reflejan el permanente maltrato al que son sometidos los pasajeros. La queja más común es el impune decomiso de objetos.