El 27 de agosto, WhatsApp renovó sus condiciones de uso y empezó a avisar a los usuarios de que compartiría su número de teléfono y datos con Facebook, su compañía matriz. Transcurrido un mes, plazo que dio para que se aceptara o no ese trasvase de información entre aplicaciones, la firma ha vuelto a notificar a los usuarios estos cambios y ahora solo permite que sigan utilizando la cuenta quienes aceptaron la nueva política. Con esto pretenden, argumentan, una mejor orientación de los mensajes publicitarios. Así las cosas, para que Facebook no tenga el número de teléfono y los datos del usuario solo cabe desinstalar la aplicación.

La noticia levantó polémica entre los reguladores y organismos de protección de datos, con algunas quejas en EEUU y otros países. En España, la Agencia Española de Protección de Datos dijo que la medida no era «legal ni ilegal», pero precisó que estaban estudiando los cambios.

En Alemania, el comisionado para la protección de datos de Hamburgo, Johannes Caspar, emitió el martes una orden administrativa que prohíbe «de forma inmediata» a Facebook acceder y guardar los datos de los usuarios de WhatsApp y le insta a borrar la información recopilada.

En un comunicado, el comisionado explica que la orden cubre a los cinco millones de usuarios de WhatsApp en Alemania, que deben ser quienes decidan si quieren conectar sus datos entre ambas aplicaciones. «Facebook debe recabar su consentimiento previo y eso no ha ocurrido», subraya Caspar. Según destaca el comisionado, se trata de dos empresas independientes, que cuentan con datos que sus clientes les han facilitado siguiendo sus respectivos términos de uso y sus políticas de privacidad.

El intercambio de datos solo sería admisible si tanto la empresa que los facilita, WhatsApp, como la que los recibe, Facebook, contaran con base legal para hacerlo, explica el organismo público. Pero Facebook ni ha solicitado un consentimiento a los usuarios de WhatsApp. H