Al sol de Lanzarote y disfrutando del mar pasará hoy José Luis Rodríguez Zapatero el día de su 45º cumpleaños. Ayer, a mediodía, mientras el presidente del Gobierno atendía asuntos en solitario, su esposa, Sonsoles Espinosa (ambos, en la foto, ayer), y las hijas de la pareja, Laura y Alba, abandonaron La Mareta por separado, en dos coches todoterreno.

La esposa del presidente lucía un vestido en dos tonos, con un escote similar al que llevaba el martes al llegar al aeropuerto, una pamela y unas gafas de sol. Las niñas iban acompañadas por dos adultos en el segundo coche. La familia fue vista poco después de compras (¿un regalo para el presidente?).

PROMESA CUMPLIDA El martes por la tarde, tras una brevísima reunión con el presidente canario, Adán Martín, Zapatero compareció ante los medios y fue al grano: "Visito Lanzarote por un compromiso que adquirí con un grupo de empresarios hace tiempo. Dije que vendría y he cumplido", explicó para añadir a continuación: "Me han pedido que me enamore de Lanzarote pero eso es imposible. No me puedo enamorar de la isla porque ya lo estoy".

El presidente, en un alarde de modestia, dijo: "Soy yo el que espera no molestar a nadie. Ni a los ciudadanos ni a los turistas". Tras la rueda de prensa Zapatero improvisó un paseo por un parque situado junto al Cabildo de Lanzarote para que pudieran tomarse imágenes. El presidente y su esposa, que iban todo el tiempo cogidos de la mano, acabaron realizando el paseo rodeados de autoridades. M. TUDELA