El sábado, 3 de abril del 2010, dentro de 500 días, se producirá en España el denominado apagón analógico. Esto significa que solamente aquellos hogares que hayan adaptado sus televisores --y sus antenas-- a la televisión digital terrestre (TDT) podrán ver los programas que, a partir de esa fecha, se emitan. Quienes no hayan hecho este cambio lo verán todo en negro: no podrán sintonizar ni una sola cadena de televisión. Y a 500 días de que se produzca este cambio histórico, la situación se puede calificar de regular: según el último informe de la asociación ImpulsaTDT, de los alrededor de 16 millones de hogares que existen en España, solo un 37% (seis millones) ven la TDT con absoluta normalidad.

Si a estos hogares digitalizados se le suman aquellos que ya reciben la TDT a través de otras plataformas de pago (satélite, cable o ADSL), la penetración llega al 52% (8,4 millones de hogares). Esta cifra puede ser aún mayor, tal como puntualiza ImpulsaTDT, ya que en estas últimas semanas el porcentaje "puede haber crecido y situarse en torno al 60% de los hogares, hecho que podremos constatar cuando se finalice la tercera ola del EGM, a principios del mes de diciembre".

Pero lo que parece obvio es que, si se quiere llegar al apagón analógico con el mínimo impacto social posible, queda mucho que digitalizar: aún existen en España alrededor de 500.000 edificios de vecinos que deben adaptar sus antenas colectivas para poder así sintonizar la TDT, la única que existirá dentro de menos de un año y medio.

Entre los datos positivos, también destaca ImpulsaTDT que la implantación de la señal digital, la cobertura, ya alcanza a cerca del 90% de la población española. Por este motivo, el problema se centra ahora básicamente en conseguir concienciar a cerca de la mitad de los ciudadanos de que el cambio a la TDT es una obligación, si quiere seguir viendo la televisión a partir del año 2010.

Para incentivar la digitalización, el Gobierno destinará en el 2009 un total de 75 millones de euros para la implantación de la TDT, y 9 millones a un plan de comunicación "para garantizar que todos los ciudadanos tengan información necesaria sobre este transcendental cambio", según confirmó la semana pasada el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián. Este plan contempla la inserción de anuncios informativos en las emisiones actuales, así como el apoyo a los ayuntamientos para que también sensibilicen, entre otras medidas.