La crisis no parece existir para Gran hermano , que vuelve hoy con la casa más grande de la historia del programa. Esta especie de mansión, por las paradojas que tiene la vida, acogerá a la generación más depauperada en las 12 ediciones del espacio de Tele 5, ya que el aluvión de parados que han llamado a sus puertas ha pulverizado todos los récords. Más de 62.000 personas, entre ellas un número sorprendente de embarazadas, se han presentado a los castings para tratar de garantizarse un cobijo de ensueño durante cinco, seis... o quién sabe si 10 meses.

La casa de este año está dotada de los últimos avances tecnológicos y tiene casi 1.000 metros cuadrados, lo que ha obligado a aumentar un 20% el plantel de fisgones que vigilan la morada. El plató donde se celebran las galas ha sido también remozado con una rara mezcla de toques futuristas y retro. El resultado es una extraña combinación de Star Trek y La chica de ayer . Todo ello con la idea de proyectar hacia el futuro un reality que acumula ya un pasado demoledor, capaz de atraer este año un 24% más de candidatos a televisar sus intimidades.

"DERECHO A OPINAR"

"Este año intentaré, aunque me parece muy difícil, ser hiperobjetiva. No sé si voy a ser capaz, puesto que cuantas más cosas pasan en la casa y más vida en directo vemos, más fácil es que yo no lo sea, porque se tratan temas de los que tengo opinión y tengo derecho a tener opinión", indicó la conductora de las galas, Mercedes Milá, durante la presentación del show .

El director general de contenidos de Tele 5, Manuel Villanueva, añadió en la mismo acto que la capacidad de Gran Hermano para sorprender es "ilimitada" y que volverá a captar la atención de la audiencia. Precisamente, el lema del concurso es "Bienvenidos a lo inesperado".

La falta de pudor de los concursantes podría reservar una sorpresa morrocotuda, si alguna de esas embarazadas, animadas por un comentario que hizo la presentadora durante la anterior edición, cruza el umbral de Guadalix de la Sierra y da a luz un gran hermanito .

El año pasado, proliferó la gente del norte entre los participantes. Este año predominan los madrileños (27%) y andaluces (25%) entre los 40 preseleccionados. Los catalanes vuelven a demostrar que este concurso no es su preferido, con una mísera representación del 2,7%.