El joven paquistaní, Raja Musharaff (el actor Adhir Kalyan), se encuentra con su nueva familia en el aeropuerto y grita: "¡Gracias, Alá, por los Tolchucks!". Los Tolchucks, una familia media estadounidense de Medora (Wisconsin), no están tan agradecidos como Raja, y mucho menos a Alá.

La madre confiaba en un adolescente blanco para ayudar a su hijo, Justin, de 16 años, a mejorar su popularidad. En cambio, se ha encontrado con un paquistaní musulmán vestido con el tradicional shalwar qamis . "¿Y si es un terrorista? Se camuflan de estudiantes. Bill O´Reilly (presentador ultra de la Fox) lo dice. Deberías ver más las noticias", le dice la madre a su marido.

Así arranca el primer capítulo de la comedia Aliens in America, que se estrenó recientemente en el canal estadounidense CW entre buenas críticas de la prensa, que destaca el intento de tratar el choque de civilizaciones posterior al 11-S desde el punto de vista del humor. Y es que ello en sí, más allá de que la serie solo pretende ser una comedia familiar de adolescentes en el instituto, ya resulta una novedad en las series en EEUU, que a la hora de hablar del choque de culturas había optado hasta el momento por series plagadas de testosterona como 24 , una de las favoritas de los soldados en Irak.

Aliens in America es otra cosa, una especie de punto medio entre el Balki de Primos lejanos y el sarcasmo de Malcom in the middle . El padre de la familia tiene algún toque a lo Homer Simpson ("Adoro a este chico", dice cuando Raja le da su ración de bacon porque su religión le impide comer cerdo), pero a la serie no se le puede pedir la acidez de Los Simpson .

DECHADO DE VIRTUDES

Raja es un dechado de virtudes, Justin en seguida hace buenas migas con él y la madre, que al principio quiere devolverlo a Pakistán, acaba aceptándole.

Y aun así, el primer capítulo tuvo escenas novedosas. Una profesora orgullosa de su propia multiculturalidad presenta a Raja a sus compañeros de clase como un practicante del "mulsumanismo" (sic) y le pregunta cómo se siente "por ser diferente". "No lo he pensado", dice Raja, y la profesora pregunta a la clase cómo se siente "porque Raja sea diferente". "Enfadada, porque su gente nos atacó el 11-S", dice una chica. La clase la apoya. En la siguiente escena, Raja se pregunta cómo en EEUU pueden ser tan "ignorantes" de lo que pasa en el mundo.

"Todo el mundo podrá seguir la serie porque todos hemos sentido alguna vez que no encajábamos", explica Kaylan, de nacionalidad surafricana y que en el primer capítulo bordó el papel de Raja.

"Divertida, encantadora e inteligente, el mejor punto de la serie (...) es la forma en la cual explora las tensiones profundas aparecidas después del 11-S. Intentar hacer reír al país sobre el conflicto entre su compromiso histórico con el multiculturalismo y el actual miedo a los terroristas es un reto, pero Aliens parece que tiene la materia cómica para hacerlo", escribe David Zurawik, crítico televisivo de The Baltimore Sun.

No todos los comentaristas coinciden. Ha habido críticos que lamentan que la imagen del estadounidense medio que sale de la serie es la de un "intolerante idiota", y Tom Shales, de The Washington Post, se pregunta si es "racista hacer comedia del racismo".

Racista es, sin duda, el personaje de la madre, y es cierto que el guión logra que no parezca antipática, tan solo angustiada como cualquier madre media normal lo estaría en su situación. Aun así, sus trazos son tan gruesos que es difícil confundirla con una persona normal. De todas formas, su intolerancia contra Raja dura solo la media hora del primer capítulo.