El Gobierno portugués aprovechó el pasado día 21 de marzo el rechazo del Tribunal de Cuentas a la adjudicación de las obras del tramo luso Caya-Poceirao para poner fin a su proyecto de alta velocidad definitivamente. Las obras estaban paradas desde junio pasado y aunque su decisión no acaba con el proyecto español, sí rompe con el sueño la alta velocidad a ambos lados de la frontera; de viajar de Madrid a Lisboa en menos de tres horas.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha asegurado que el tramo Madrid-Badajoz continuará, pero sin dar ningún plazo. Hasta el momento, España solo ha desembolsado 400 millones de los más de 4.500 que ha presupuestado para el proyecto. Casi 200 km de suelo extremeño se encuentran en obras para construir la plataforma y todas las estaciones en fase de estudio.

La ministra Pastor ha señalado que el proyecto completo tendrá continuidad hasta la Lisboa a través de una vía de ancho europeo en suelo portugués, que aunque no tenga características de alta velocidad, permitirá que los trenes continúen circulando más allá de Badajoz, lo que Pastor se ha venido a llamar una red de AVE vertebrada. La ministra ha apuntado que hay fondos internacionales interesados en invertir en España, por lo que cambiará la ley de concesiones para facilitar la financiación privada de las obras públicas. En los próximos días se reunirá con sus homólogos portugués y francés para analizar el impacto del cambio de planes.