La Asociación de Derechos Humanos de Extremadura (Adhex) asegura que la "realidad cotidiana" en los centros penitenciarios regionales "ha empeorado de manera constante" y critica que no existan signos de que se vaya a reaccionar ante la sobreocupación de las cárceles de la comunidad autónoma, informa Europa Press.Esta asociación asegura que el "hacinamiento en el que viven diariamente las personas recluidas en las instituciones penitenciarias extremeñas supone un enorme obstáculo para que los presos puedan abordar correctamente sus tareas de reeducación y reinserción"."Se hace muy difícil ofrecer de manera efectiva programas de formación o tratamientos médicos a tanta población, con lo cual no se contribuye a mejorar sus circunstancias personales o sociales", critica. Señala que un elevado número de reclusos son drogodependientes y las condiciones de sobreocupación de las cárceles los sitúan en un entorno "que no es el adecuado para facilitar su rehabilitación".Falta de personalAdemás de la anterior, para Adhex, el "hacinamiento" en las cárceles extremeñas "perjudica también el trabajo, ya de por sí difícil, del funcionariado de prisiones", no solo de los encargados de la vigilancia, sino también el de los equipos de educadores, personal médico, juristas y trabajadores sociales, afirma. Según dice, en las cárceles de Extremadura el número de profesionales de estas áreas es "claramente insuficiente", más aún en el caso de los trabajadores sociales que, "en algunas ocasiones se encuentran bajo mínimos, especialmente si la población reclusa aumenta, sin que se vea reforzado con un incremento de plazas de funcionariado".Las personas reclusas están cumpliendo una privación de libertad a consecuencia de un delito, y hasta ahí deben llegar las limitaciones que se les imponen; por lo demás, el Estado de Derecho debe garantizar el respeto a otros derechos que tienen como personas, como por ejemplo en el ámbito de la salud a la hora de recibir tratamientos sanitarios o psicológicos", defiende Adhex.Las tres causas principales del aumento de población reclusa son, en su opinión, que en los últimos años existe una tendencia a legislar castigando con penas privativas de libertad (nuevos delitos relacionados con violencia de género o tráfico), los presos preventivos y la reincidencia, debido a que no hay una política de reeducación.La situación de las mujeres reclusas en Extremadura merece una atención aparte, a su juicio, ya que, al no disponer de instalaciones específicas para ellas, las que están en situación preventiva (a la espera de juicio) están conviviendo en el mismo espacio con las que cumplen condena, lo que incumple la ley.Asimismo, critica que se destaque el aumento de población reclusa extranjera sin atender a algunas circunstancias significativas, como que muchas de estas personas están en situación preventiva porque no se les concede con la misma facilidad que a una española la posibilidad de libertad bajo fianza, para evitar el riesgo de fuga. Además, les resulta más difícil acceder a otros beneficios penitenciarios --permisos, traslados o tercer grado-- porque en ocasiones no pueden justificar un domicilio, añade.