Adiós al pago con tabaco. La ley impulsada por el Ministerio de Sanidad ha hecho mella incluso en Altadis. La antigua Tabacalera ha puesto fin a tradiciones tan arraigadas como el salario en especie (cigarrillos). Los sindicatos esperan que la compañía les ofrezca una compensación. "No estamos dispuestos a renunciar a una parte de nuestro sueldo", advierten. Incluso, amenazan con ir a los juzgados si la solución no les satisface.

Esta medida afectará también a los empleados de la fábrica que Altadis tiene en la localidad cacereña de Palazuelo. Desde antes de la guerra civil --algunos lo remontan incluso al siglo XIX y a las cigarreras de Carmen-- Altadis abona una parte del salario con tabaco. Mensualmente, los cerca de 4.500 empleados reciben tres cartones de rubio o negro (a elegir). En Navidad y vacaciones de verano son seis.

Al tratarse de un pago en especies, en las nóminas aparece contabilizado con el precio que tendría esa mercancía en los estancos, entre 60 o 70 euros. Posteriormente, Hacienda se encarga de retener su parte correspondiente en la declaración de la renta.

Sin puros

Según un empleado en la fábrica de Sevilla, se pueden escoger entre tres tipos de rubio y tres de negro. Las más demandadas suelen ser Ducados, Fortuna y Nobel. Están excluidos los selectos puros que comercializa Altadis. La compañía no pregunta si los empleados fuman o no, y aunque se entiende que es para consumo propio en el lugar de trabajo --de ahí su prohibición-- la mayoría tiene otro destino para su cuota de tabaco. "Se regala o se vende a amigos", dicen.

Ahora, todo esto se ha acabado. A principios de diciembre, Altadis comunicó el fin de la tradicional cuota de tabaco. Además, la empresa retiró de sus distintas sedes las máquinas expendedoras y las bandejas que, en las zonas comunes o en la entrada, ofrecían cigarrillos gratis a visitantes y empleados.

Por otro lado, Altadis retiró antes de que acabase el año la publicidad de sus marcas en la gran mayoría de puntos de venta distintos a los estancos, aproximadamente unos 70.000 fuentes de la tabaquera, cuya intención es acatar la denominada Ley Antitabaco, que prohíbe la publicidad y el patrocinio de productos del tabaco, con multas de hasta 600.000 euros. La tabaquera no ha cuantificado aún las pérdidas por su aplicación.