Los alcaldes de los municipios próximos a las minas de La Haba y Cabra Baja, así como los propietarios de los terrenos donde se ubican los yacimientos, se muestran cautos a la hora de valorar la posible reapertura de estas explotaciones. En todo caso, todos manifiestan su intención de participar en la toma de decisiones y advierten de que exigirán a la empresa y a la Administración regional las máximas garantías de que la extracción de uranio no supone un riesgo ni para el entorno ni para la salud de los vecinos.

Dolores Gómez, alcaldesa de Zahínos, asegura que no tiene constancia ni le han comunicado oficialmente el interés de la empresa canadiense Mawson en la antigua mina de Cabra Baja, cuyos terrenos son propiedad de una sociedad de comuneros de la localidad. No obstante, asevera que una vez que se autoricen los estudios a la compañía norteamericana, ellos analizarán a fondo los pros y los contras de la actividad para postularse y defender los intereses de sus vecinos.

Tampoco tiene constancia de ese interés José Rodríguez, presidente de la Sociedad Civil de Propietarios de Cabra Alta y Cabra Baja. A la espera de que se confirme el interés de Mawson en la antigua explotación y de consensuar una postura en una junta general --son 366 socios y unos 1.640 herederos--, deja claro que "nosotros tendremos algo que decir porque esto es nuestro y además, no se puede vender ni partir ni arrendar por partes".

"Si estamos hablando de la explotación de una mina de uranio habrá que tomar prevenciones. Nosotros exigiremos las máximas garantías", manifiesta Víctor Morera, alcalde de Oliva de la Frontera, localidad próxima a los terrenos de Cabra Baja. "Además, aunque puede ser interesante por el empleo directo e indirecto que puede generar, supongo que la mano de obra vendría de fuera", agrega el edil pacense.

También el proyecto de Mawson en el yacimiento de La Haba ha puesto en alerta a los municipios del entorno. El ayuntamiento de Don Benito ha exigido a la Junta información continua sobre el procedimiento de concesión de los permisos para iniciar los trabajos de investigación en la mina. A esto se suma el rechazo al proyecto manifestado en los últimos meses por el alcalde de La Haba, Juan Pedro Rodríguez, que ha declarado que "no nos interesa ninguna explotación de uranio en nuestro término municipal ni cerca".