Los alcaldes de las principales ciudades extremeñas --Cáceres, Badajoz, Mérida y Plasencia-- barajan ya la posibilidad de trasladar el botellón a los recintos feriales de sus municipios, a fin de alejar esta práctica de los cascos urbanos y cumplir así la Ley de Convivencia y Ocio, conocida como ley antibotellón , aprobada el jueves por la Asamblea Extremeña.

Todos coinciden en la necesidad de poner en marcha una normativa que consideran "positiva", aunque manifiestamente mejorable si la Administración regional tuviera en cuenta las necesidades de los ayuntamientos, a los que creen que se les ha dejado la responsabilidad de trasladar el botellón .

En este sentido, el alcalde de Cáceres, José María Saponi, calificó ayer la ley de "necesaria", aunque su impresión es que también "podría mejorarse". Saponi consideró "lógico" que se deje a los ayuntamientos "la papeleta de definir los lugares --públicos-- más adecuados" en los que sí se puede consumir alcohol por ser la administración que mejor conoce la ciudad, aunque lamentó que la ley no recoja "ayudas en ningún sentido a los ayuntamientos" para acondicionar esos espacios, informa José Luis Bermejo.

El equipo de gobierno de Badajoz fue el único que no quiso pronunciarse abiertamente sobre la nueva normativa. El concejal de Seguridad Ciudadana, Alejandro Ramírez del Molino, manifestó que su grupo prefiere estudiar a fondo la ley y tener elementos de juicio para poder hacer una valoración adecuada. El edil consideró necesario conocer los elementos de que dispondrá el ayuntamiento para aplicar la normativa en Badajoz, informa Fernando León.

Por su parte, el alcalde de Mérida, Pedro Acedo, consideró "bastante lógico" que la Junta hubiera contado con los principales ayuntamientos para elaborar una ley que "pasa la responsabilidad a los ayuntamientos", algo "que no ha hecho".

Según Acedo, el Gobierno regional "deja la patata caliente a los ayuntamientos, pero no consulta con ellos", por lo que cree que "el sistema que se ha empleado no es el más lógico", aunque dejó claro que van "a cumplir la ley, porque estamos obligados, y a colaborar para que este problema se erradique", informa Pedro Cabecera.

DIAZ, EL MAS CRITICO

El más crítico fue el máximo mandatario placentino, José Luis Díaz, quien aseguró ayer que la ley es "irrealizable" por la dificultad de "trasladar fuera del casco urbano a 800 personas si no se quieren mover". Díaz aclaró que la filosofía de la nueva ley "no es mala, porque supone alejar de los cascos urbanos el ruido y la suciedad, pero lo difícil será ponerla en práctica".

El alcalde argumentó además que "a los chicos les gusta estar cerca de los pubs para trasladarse a ellos cuando termina el botellón " y advirtió de que si se lleva a los jóvenes a zonas de descampados, pueden surgir otros problemas, porque "el control es más difícil y puede aumentar la violencia, el tráfico de drogas...", informa Raquel Rodríguez.

En cuanto a lugar más idóneo para trasladar el botellón todos coincidieron en los recintos feriales, aunque Saponi insistió en que cualquier sitio no es válido, y que se requerirá una inversión para su acondicionamiento. Por su parte, el alcalde placentino se mostró dispuesto a llevarlo al recinto ferial, pero sólo "si están de acuerdo los chavales, sin medidas de presión".