Hay que saber comprender mejor lo que se lee y se escribe e hincar más los codos para entender la geometría. En ambos casos, las chicas son más efectivas que los chicos cuando estudian estas cuestiones en los centros extremeños. Son solo algunas conclusiones que se desvelan de la evaluación de diagnóstico que la Consejería de Educación ha realizado a 10.301 alumnos de 4º de Primaria y 11.596 de 2º de Secundaria en las materias de comunicación lingüística y matemáticas. Se trata de pruebas realizadas en mayo del pasado año con el objetivo de ayudar a mejorar el rendimiento escolar y permitir a la Administración regional obtener una información para mejorar o reorientar su política educativa.

Esta evaluación mide la capacidad del alumnado para transferir los conocimientos adquiridos en las aulas a situaciones de la vida cotidiana. Es la primera vez que se realiza un estudio así en Extremadura (también en España) y en él se pone de manifiesto que las alumnas superan a los alumnos en la calificación en ambas competencias analizadas en el caso de Primaria y que en Secundaria son mejores en comprensión lingüística y empatan en matemáticas. Además, demuestran que el alumnado cuyas familias se preocupan menos por su rendimiento son los que obtienen los niveles más bajos, y que hay que mejorar los niveles de comprensión lectora y escrita, así como elevar el nivel de expresión matemática, sobre todo en geometría.

Como datos objetivos, destacan que de los alumnos evaluados en Primaria el 87% está entre los niveles medio-bajo y medio-alto en comunicación lingüística, y que el 51% se sitúa en niveles altos o medio-alto en matemática. Respecto a Secundaria, el 88% están entre niveles medio-bajo y medio-alto en comunicación lingüística; y que en matemáticas la mitad está en niveles medios altos y la otra mitad no pasa del medio-bajo. La consejería ha calificado 4 niveles: alto (más de 650 puntos); medio-alto (de 501 a 650 puntos); medio-bajo (de 350 a 500 puntos) y bajo (menos de 350 puntos).

El análisis de estos datos, según la consejera de Educación, Eva María Pérez, permite constatar, además de un mejor nivel competencial en el caso de las alumnas, que el nivel de desarrollo de las competencias básicas evaluadas aumenta según el mayor nivel socioeconómico de las familias. Además, reflejan que el alumnado de los padres que no respondieron al cuestionario de contexto familiar obtuvieron los niveles más bajos de las pruebas. Por ello, insiste en la necesidad de una mayor implicación de las familias para que los alumnos obtengan mejores resultados.

Lo cierto es que la Junta no está "muy sorprendida", según Pérez, por los datos que se desprenden de esta evaluación por la tendencia previa, pero destaca que son satisfactorios y confía en que mejorarán en futuras pruebas de este tipo.