El borrador de la ley orgánica de educación presentado ayer por la ministra María Jesús San Segundo recoge la entrega a las familias, por parte de los centros, de tres informes sobre el aprendizaje del alumno en cuarto y sexto de primaria y segundo de ESO, a los 10, 12 y 14 años.

LA PROMOCIÓN

Pruebas de recuperación sólo en 4º de ESO

Los exámenes de recuperación de final de curso en la ESO, que fueron reintroducidos por la ley de calidad, que posibilitaba que se hicieran en junio o septiembre, desaparecerán. La ley sólo mantiene esa figura en cuarto de ESO. En Bachillerato, sin embargo, seguirán existiendo.

A diferencia de lo establecido por el PP, que fijó la obligatoriedad de repetir curso en la ESO con tres suspensos, la LOE deja en manos del profesorado la decisión de si el alumno que fracasa en tres asignaturas debe promocionar. Con cuatro materias pendientes habrá que repetir, según la ley, pero la exigencia está abierta a la negociación con las comunidades, que pueden reclamar las competencias de la promoción para sí, según ha reconocido el secretario general de Educación, Alejandro Tiana. El Gobierno decidirá si finalmente este artículo recibe la consideración de precepto "básico" en la nueva legislación.

NUEVA MATERIA

Más formación científica para los bachilleres

El anteproyecto de la principal ley que regulará la enseñanza no universitaria en España introduce una nueva materia común para los estudiantes de las dos modalidades no científicas de Bachillerato, Artes y Humanidades y Ciencias Sociales. La asignatura, denominada Ciencias para el Mundo Contemporáneo, buscan proporcionar una cultura científica básica al bachiller de letras.

Tras la superación de los dos cursos de los que consta el Bachillerato, el alumno obtendrá el título sin necesidad de someterse a un examen de reválida, como proponía la ley de calidad (LOCE) del PP. Para acceder a la universidad, tendrá que enfrentarse con éxito a la selectividad, que será rediseñada y que tendrá más valor que el expediente de Bachillerato para optar a una plaza en la carrera elegida. La segunda materia de nuevo cuño que introduce la reforma, Educación para la Ciudadanía, se impartiría exclusivamente en un curso de primaria y dos de ESO.

LA RELIGIÓN

Una cuestión pendiente de “alcanzar un acuerdo”

De las condiciones en que se impartirá la materia de Religión católica se dice bien poco. La titular de Educación lo justificó diciendo que se trataba de una ley de mínimos, pendiente de ulteriores desarrollos, y que aún albergaba la esperanza de "alcanzar un acuerdo sobre la regulación concreta de la asignatura" con todos los actores sociales.

No obstante, se refirió a la voluntad de que la materia sea "evaluable, pero no computable a efectos de solicitud de becas y tampoco para hacer media con el expediente de Bachillerato", mientras que la alternativa, dijo la ministra de Educación, no debería ser evaluable en los centros. O sea, se declaró partidaria de mantener el estatus actual. San Segundo añadió que las "cuestiones de detalle", como la posibilidad de no cursar una alternativa, se abordarán "más adelante".

CONCIERTOSRevisar las ayudas a los centros privados

La ley orgánica del derecho a la educación (LODE), aprobada en 1985, aunque modificada por la LOE, es la única de las grandes leyes educativas de la democracia que sigue en vigor. El marco general de la regulación de los conciertos educativos figura en la LODE y apenas sufre variaciones, únicamente "retoques técnicos" fruto de la experiencia acumulada durante los dos decenios en que ha estado en vigor, según explicó la ministra.

Aun así, San Segundo admitió que una cuestión "a debatir con las comunidades autónomas" es la de si los centros que escolarizan a niños y niñas por separado, como es el caso de los colegios vinculados al Opus Dei, han de tener la misma consideración que el resto a la hora de ser financiados con fondos públicos del Estado.

LAS PRUEBASTest a los 10 y 14 años para detectar carencias

En alguna comunidad, todos los alumnos de cuarto de primaria y segundo de ESO ya se venían enfrentando a una prueba general que mide el grado de asunción de las competencias que se consideran básicas a su edad. Los resultados de ese examen son de carácter interno, no son trasladados a las familias y únicamente se usan para compararlos globalmente con los de otros centros situados en entornos socioeconómicos similares.

Los padres, que hasta ahora únicamente sabían de la progresión académica de sus hijos a través de las notas, al menos de forma documental, recibirán a partir del curso 2006-2007 tres informes "orientadores". Además de los que evidencien si el alumno dispone de los conocimientos requeridos a los 10 y a los 14, cuando finalice la primaria (12 años), "con el fin de garantizar la continuidad del proceso de formación, cada alumno dispondrá de un informe sobre su aprendizaje y los objetivos alcanzados", señala la norma conocida ayer. Se trata de detectar o prevenir las dificultades y actuar con el conocimiento y la corresponsabilización de las familias.