La empresa Halliburton, dirigida hasta el año 2000 por el actual vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, se embolsará 7.000 millones de euros (más de un billón de pesetas) por el contrato para la extinción de los incendios en los pozos petroleros del sur. Esta información, dada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU, se ha sabido gracias a una investigación pedida por dos congresistas demócratas, que acusan al Gobierno de Bush de dar un trato preferencial a la compañía. Una portavoz de la compañía negó ayer que el encargo que le ha hecho la Administración sume esa cantidad.

Sin tapujos ni concursos públicos, el Pentágono concedió el contrato a la empresa antes incluso de que estallara la guerra, según se supo a principios de marzo gracias a una investigación del diario británico The Guardian .

FACTURAS INFLADAS

Cheney, pese a dejar el cargo en el 2000, sigue cobrando de Halliburton. Cada mes, la empresa le ingresa en su cartilla 85.000 euros (14 millones de pesetas) por "compensaciones atrasadas". Los congresistas Henry Waxman y John Dingell han documentado que el Gobierno de EEUU otorgó a KBR (filial de Halliburton) contratos por más de 624 millones de euros (104.000 millones de pesetas) entre octubre del 2000 y marzo del 2002.

Dingell y Waxman temen que, además de haber conseguido el contrato a dedo, Halliburton haya inflado los precios de sus servicios, tal como reveló una investigación de la Oficina de Contabilidad del Congreso. Un ejemplo. Halliburton, que participó en la reconstrucción de los Balcanes, cobró 85,98 euros (14.305 pesetas) por cada placa de contrachapado cuando en realidad tenían un valor de 14,06 euros (2.339 pesetas).

EL CAMPO DE GUANTANAMO

Cuando Cheney fichó como presidente por Halliburton (1995), ésta y sus compañías filiales se convirtieron en las mejores clientes del Pentágono. La compañía fue la que construyó el campo de presos de Guantánamo (Cuba), donde todavía siguen detenidas sin acusación 660 personas.