Tranquilidad y, sobre todo, precaución y prudencia. Estos fueron los dos mensajes que se quisieron transmitir a la ciudadanía en el transcurso de la reunión que ayer por la tarde mantuvieron en la sede de la Delegación del Gobierno en Badajoz responsables de distintas administraciones y cuerpos de seguridad para analizar y evaluar las incidencias del temporal en la región y sus consecuencias para la seguridad de los ciudadanos.

La delegada del Gobierno, Carmen Pereira, señaló que ante la previsión de lluvia hasta la próxima semana y en espera de un mes de marzo lluvioso se está realizando un "control exahustivo" de las cuencas del Tajo y del Guadiana a través de ambas confederaciones hidrográficas y no existe temor a que se produzcan situaciones que puedan suponer un riesgo para las personas. Esto no es óbice, según dijo, para que los ciudadanos extremen las precauciones y sean prudentes, sobre todo evitando el paso con vehículos por cauces no regulados y badenes.

El consejero de Administraciones Públicas, Angel Franco, se pronunció en el mismo sentido y añadió que aunque nada hace prever una situación de emergencia, en caso de que ocurriera, existe un Plan de Prevención de Inundaciones en Extremadura (Inuncaex), en el que se recogen las situaciones de riesgo que pudieran producirse y el protocolo de actuación ante cada una de ellas. "Pero, insisto, no es la situación actual", recalcó.

Franco señaló que se "redoblará" la atención a la evolución de las lluvias intensificando el intercambio de información entre el centro coordinador del 112, las confederaciones, la delegación y los dispositivos de protección civil puestos en marcha --no precisó el número de efectivos--.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, Eduardo Alvarado, y el jefe de explotación de la del Tajo, Luis Pérez, aseguraron que que el nivel de los ríos ha bajado en las últimas 48 horas y que se pueden asumir sin problemas los desembalses, que se están desarrollando con "normalidad".