En Bagdad, los misiles ya no caen sólo de noche. Ayer, la capital iraquí sufrió el primer ataque aéreo a plena luz del día desde que el miércoles empezaron los bombardeos. A partir de las doce y durante todo el día, al menos una docena de misiles Tomahawk cayeron sobre Bagdad.

El inicio de los bombardeos diurnos sorprendió en la calle a muchos iraquís que habían salido de sus casas confiando en que no se alteraría la tradición de que, al igual que durante la primera guerra del Golfo, la inmensa mayoría de los ataques se producirían de noche. "En el 91 y en el 98 sólo atacaban de noche", dice un bagdadí, sorprendido por estos ataques diurnos.

La ofensiva cogió al régimen iraquí haciendo el recuento de daños humanos y materiales causados por los bombardeos del viernes por la noche, los más intensos que recuerdan los iraquís. "Ni en la guerra del Golfo, en 1991, ni en la operación Zorro del Desierto, en 1998, los misiles eran tan brutales", dice un tendero.

TRES MUERTOS

El ministro de Sanidad, Umid Midhat Mubarak, aseguró que los bombardeos del viernes causaron tres muertos y 218 heridos. En el hospital universitario Mustansiría, las autoridades iraquís mostraron a los periodistas decenas de heridos, entre los que había varios niños. Abbas Ali, una criatura de 4 años, tenía el 80% de su cuerpo abrasado a causa de la explosión de un misil. Otro niño, Saad Ali, de 9 años, retorcía su frágil cuerpecillo por el dolor que le producía la herida abierta que tenía en el estómago.