Cuatro días después de la muerte en Bagdad del periodista español Julio Anguita Parrado, que entró en Bagdad con la Tercera División del Ejército de EEUU y fue alcanzado el lunes por un misil iraquí, los norteamericanos trasladaron ayer sus restos --y los de los otros tres fallecidos por el bombazo-- a su base militar en Ramstein (Alemania), para realizar allí la compleja operación de identificación. El padre del reportero, el excoordinador general de IU, Julio Anguita, había expresado su rechazo a que el cadáver de su hijo fuera llevado a una base militar.

El estado en que quedaron los cuerpos de los dos periodistas y los dos marines fallecidos el lunes obligaba a realizar minuciosas pruebas de ADN para la identificación antes de ser devueltos a sus familias. En un primer momento, el mando estadounidense propuso trasladarlos a EEUU; pero ante las peticiones de las familias, decidieron realizar las identificaciones en Kuwait y completar la operación en la base alemana de Ramstein. La familia Anguita espera poder recibir mañana en Córdoba los restos de su hijo.

TRASLADO DE COUSO

Mientras, el avión Hércules del Ejército español que había sido enviado el martes a Kuwait para repatriar los restos de Anguita Parrado trasladará hoy a Madrid el cadáver del cámara de Tele 5 José Couso, que permanecía desde el martes en la morgue de un hospital de Bagdad. Los estadounidenses recogieron ayer el féretro, lo cargaron en un helicóptero y lo trasladaron a Kuwait. El corresponsal de la cadena, Jon Sistiaga, acompaña los restos de su compañero. El Ministerio de Defensa español dijo a la familia que en el emirato se realizarán las pruebas de identificación y podrá ser trasladado hoy a Madrid. El Hércules llegará a la base de Getafe esta misma noche o en la próxima madrugada.

Sobre la muerte de Couso, el vicepresidente del Gobierno Mariano Rajoy expresó ayer su "convicción moral" de que el Ejército de EEUU no tenía voluntad de "atentar contra la vida de una persona no militar que estaba cumpliendo con su trabajo" y manifestó su deseo de abordar el lunes con la familia el pago de una indemnización por la muerte, que consideró "una gran desgracia".

QUIETOS EN BAGDAD

En contra de la recomendación gubernamental del martes de que los periodistas españoles abandonasen Bagdad, Rajoy les pidió ayer que no salgan de la capital "hasta que no haya mayores garantías de seguridad". La recomendación se produjo cuando un grupo de corresponsales trataba ayer de organizar un convoy para intentar llegar a Jordania.

El portavoz de la Oficina de Información Diplomática, Juan María Alzina, insistió en la recomendación de Rajoy en una carta a distintos medios, en la que promete que "una vez que se abra el espacio aéreo" el Gobierno "estudiará la posibilidad de enviar un avión para que los periodistas puedan abandonar Bagdad".