En vacaciones, al paro. Es la situación que, según los sindicatos, deben soportar muchos trabajadores extremeños de la construcción, que cada año, tanto en verano como en Navidades, son despedidos para que la empresa se ahorre pagar su Seguridad Social. Las patronales de la construcción extremeñas, en cambio, no tienen constancia de este tipo de prácticas y sostienen que se trata de denuncias sin fundamento. Los últimos datos del paro, los de diciembre, han vuelto a poner de actualidad esta controversia: de las 4.343 personas en las que en incrementó el desempleo en Extremadura, 3.440 pertenecían a la construcción, es decir, un 80% de los nuevos parados. La cuestión es saber si detrás de estas cifras está solo la crisis que vive el sector o hay algo más.

Gonzalo está ahora en el paro y prefiere no dar detalles sobre su identidad porque está buscando trabajo y no quiere perjudicarse. Durante cerca de dos décadas ha estado empleado en empresas de Cáceres y de pueblos cercanos a la capital y cada invierno "o te despedían o te recortaban la nómina como querían". En una de ellas, en la que estuvo contratado siete años, uno tras otro lo mandaron a la calle en Navidad. Si el puente de la Constitución caía mal para las constructoras, los despidos llegaban incluso antes del 6 de diciembre "y te cogían después de Reyes". "Tienes un contrato por obra o servicio y te ponen que los trabajos a realizar por tu categoría ya han terminado", afirma.

Juan Antonio Sevilla va a pecho descubierto. "La empresa en la que estoy ahora es seria y estas cosas no las hace, y en las que he trabajado antes no me importa que lo sepan", justifica. Lleva 16 años en este sector, en los que los despidos en diciembre han sido una tónica habitual, "la última vez hace tres años". En verano no, aclara, "porque no tenía ni vacaciones, pero al que lo solicitaba lo mandaban al paro y lo volvían a coger a los quince días. Eso si había trabajo, si no tenía que esperarse a después del verano". Juan Antonio, que es fontanero, hace hincapié en que estos despidos son sobre todo habituales en las empresas pequeñas "que utilizan prácticas casi mafiosas", por lo que si el obrero amenaza con denunciar "no te vuelven a contratar, pero además te dicen que se van a encargar de que no trabajes en ninguna empresa de Cáceres". En esta línea, comenta que también es frecuente en las empresas de menor tamaño "hacerte firmar un finiquito en blanco cuando entras". "Conozco a alguien que hace poco ha pedido una baja y lo han podido echar sin darle nada. Le han dicho que cuando se dé de alta le vuelven a coger", agrega.

En el capítulo económico, subraya que la reducción de ingresos en Navidad hace "pésimas" estas fiestas. Y el paro no es siempre una solución. "Cuando son quince días, no merece la pena pedirlo, porque pierdes la antigüedad y por todo el papeleo que tienes que hacer. Yo la última vez no lo solicité".

"Esto no es algo nuevo. Hace años que venimos denunciando que, durante dos épocas al año, el verano y las Navidades, se producen despidos que, a nuestro juicio, son fraudulentos, porque luego, en septiembre y en enero, se contrata prácticamente a la misma proporción de desempleados que se habían despedido", declara Miguel Angel Rubio, secretario general de MCA-UGT, para quien esta situación tiene especial incidencia en "el ámbito rural" y en el de las pequeñas empresas, ya que "las grandes son más fáciles de controlar". De los 3.440 nuevos parados que la construcción sumó en Extremadura durante el mes de diciembre, calcula que "algo más del 50% obedecen a la situación que atraviesa el sector y algo menos de la mitad a esta práctica".

Rubio explica que realmente lo que se registra no son despidos como tales, sino extinciones de contrato. "La mayoría de los contratos en este sector se hacen por obra o servicio. Es muy fácil extinguirlos diciendo que la obra, o una parte de ella, ha finalizado", alega este responsable sindical. De esta forma, la indemnización se reduciría a un 7% de la base de cotización --"estamos hablando de 150 o 200 euros", puntualiza--, que además, al ser una cantidad que se abona proporcionalmente por el tiempo trabajado, tarde o temprano habría que pagar.

Rubio critica que las administraciones no pongan fin a estos casos pues piensa que existen medios para controlarlos. "Para cobrar la prestación hay que llevar al Sexpe el certificado de empresa, en el que figura en qué empresa se ha estado, en qué obra y cuánto tiempo. Si dejo el paro en septiembre para trabajar en la misma obra en la que estaba antes......".