Kosovo parece recuperar la calma después de la reciente ola de violencia, cuando se cumplen cinco años del inicio de los bombardeos de la OTAN que obligaron a Serbia a retirarse de esta provincia de mayoría albanesa.

Se teme que las tensiones puedan resurgir hoy, puesto que los albanokosovares suelen conmemorar con multitudinarias manifestaciones el 24 de marzo de 1999 como el día en el que, con ayuda internacional, iniciaron su camino hacia la "liberación del yugo serbio" y la deseada independencia.

El Ministerio de Cultura de Kosovo informó ayer del levantamiento de la prohibición de manifestaciones "culturales y deportivas", impuesto tras los sucesos de la semana pasada.

Los 78 días de bombardeos aliados contra Yugoslavia obligaron al entonces presidente serbio Slobodan Milosevic a retirar en junio de 1999 sus tropas y Administración de Kosovo, que quedó bajo protectorado de la ONU y vigilada por la fuerza KFOR de la OTAN.

los esfuerzos internacionales por establecer una sociedad multniétnica y democrática en Kosovo sufrieron un duro revés al estallar la semana pasada la peor ola de ataques de los albaneses contra los serbios, que se saldó con al menos 28 muertos, unos 1.000 heridos y la expulsión de más de 3.000 serbios de sus casas. Casi 300 casas y una treintena de iglesias y monasterios ortodoxos fueron incendiados.

Ante la magnitud de la violencia, la OTAN anunció el envío de 2.000 soldados de refuerzo para los 18.500 de la KFOR, cuando sus planes eran reducir la fuerza a 17.000 este año, informa Efe.