Después de tres legislaturas, Carmen Matador deja su escaño en el Congreso. Se estrenó en el primer periodo de José María Aznar como presidente del Gobierno --"llegué un poco pardilla", reconoce-- y en los últimos 4 años ha sido una de las diputadas que más trabajo ha dado al Ejecutivo y los órganos de la Cámara con casi 4.900 preguntas e iniciativas.

--¿Debe estar cerca del récord?--Son una barbaridad, aunque muchas no me las han contestado y algunas no se han registrado. Pero hay compañeros que tienen más, 6.000 o 7.000. Es la única forma de intervenir en un grupo parlamentario tan grande, ya que no puedes estar todos los días en la palestra como ocurre en los grupos minoritarios.

--¿No será una estrategia para colapsar al Gobierno?--En absoluto. Es parte de nuestra labor de control. No hay nada malintencionado.

--¿Se pregunta por preguntar?--Nunca. Pides datos que solo tiene el Gobierno y que te pueden servir para futuras intervenciones. Y hay que hacerlo de forma precisa.

--¿Y da tiempo a compilar tanta información?--Sí, pero hay que organizarse.

--¿Hasta qué punto se ha sentido atada a trabajar en temas relativos a la región?--No te puedes dejar llevar por apasionamientos, pero siempre he defendido los intereses de mi tierra.

--¿Se siente especialmente partícipe de alguna ley?--Lo que me da rabia es que no hayan salido adelante algunas cosas, como una modificación más completa de la ley del divorcio. Lo intentaremos arreglar cuando lleguemos al Gobierno.--¿Hay tanta rivalidad en el Congreso como muestran los plenos?--El pleno es el lugar donde se escenifica todo. Los temas ya vienen muy trabajados de las ponencias y las comisiones. Pero esta legislatura ha sido especialmente crispada, porque el Gobierno ha estado apoyado por partidos de la categoría de ERC, que tan pronto dicen sí como no, sin fiabilidad; son nacionalistas y radicales. Quizás por eso ha habido más crispación.

--¿Hay tanta rivalidad en el Congreso como muestran los plenos?

--¿Se trabaja más desde la oposición que como Gobierno?--Es distinto, pero no mucho. Cuando estás en el Gobierno las leyes van marcadas por el programa electoral y te limitas a exponerlas y defenderlas; en la oposición estás más liberada y puedes trabajar en muchos más temas.

--¿La oposición busca más controlar o desgastar al Gobierno?--Controlar. Desgastas al Gobierno mediante el control, cuando demuestras sus incumplimientos. Este Gobierno se ha desgastado porque ha hecho muchas cosas mal.

--¿Es tan difícil el consenso?--En anteriores legislaturas cerramos muchos acuerdos e iniciativas. Las cosas de sentido común se aceptan. Pero en estos cuatro años iban todos contra el PP. Te sentabas a negociar cosas de sentido común y se echaban atrás.

--¿Por qué no repite?--Simplemente estoy a disposición de lo que decide mi partido.

--¿Y qué hará ahora?--Estoy dispuesta a todo. Tengo mucho que dar y aportar, pero decidirá el partido. Eso sí, sé que la política no es para toda la vida. Siempre llega un final.