El resultado del referendo, con una clara victoria del sí, estuvo lejos de colmar las aspiraciones de ERC, pero los republicanos hallaron argumentos suficientes para no caer en el derrotismo. El principal, que en Cataluña y también en Euskadi el porcentaje de noes fue mucho más significativo --unos 11 puntos por encima en el caso catalán-- que en el conjunto de España. Para Josep Lluís Carod-Rovira, ésta es la prueba de que muchos catalanes tuvieron "un comportamiento electoral nacional" y votaron "en clave de país", y no de partido, justo lo que había reclamado su formación.

Carod dijo que el Gobierno de Rodríguez Zapatero "deberá tener en cuenta" a partir de ahora el resultado obtenido en Cataluña. Aseveró que aprovechará "la fuerza" de ese 28% de votos "para presionar a favor de Cataluña y a favor del catalán".