"Los precios de la vivienda han bajado más en aquellos lugares donde están más altos", asegura Casimiro Campos, presidente de la promotora Aproext, que tiene su sede central en Mérida. La bajada del coste de los pisos no ha dejado de cesar en los últimos meses por la crisis económica generalizada, comenta, pero lo poco que se está haciendo es acabar promociones ya proyectadas, nada más, "porque el sector se está paralizando" y no se está construyendo más allá de lo planificado muchos meses atrás.

Campos conoce bien el mercado inmobiliario en la capital extremeña y no se cree que, como establece la Sociedad de Tasación, "el precio de la vivienda nueva en Mérida haya caído un 1,6 por ciento, porque ha bajado más". En cualquier caso, destaca que las ventas del sector en la ciudad emeritense han caído "un ocho o un diez por ciento", y "se está notando mucho la crisis en todos los sentidos".

Sin embargo, considera que esta tendencia va a continuar porque "no hay ningún factor que diga que se va a mejorar en los próximos meses". Al igual que el resto de sus colegas, asegura que las entidades financieras no están ayudando nada para paliar la situación.

Al comprador, subraya, "no se le facilita la labor por parte de los bancos y así difícilmente pueden comprar". Además, añade, a eso hay que sumar el constante aumento del paro. "Todo ello lo estamos notando mucho", reitera.

Este veterano constructor afirma que mientras todas estas cuestiones no se solucionen a corto plazo, su sector seguirá estancado, y no vislumbra un futuro halagüeño.