El aeropuerto extremeño continúa siendo la cenicienta en cuanto a inversiones estatales. Esta instalación, que se nutre de los presupuestos de Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA), apenas merece atención.

Los datos facilitados por el Gobierno central al Congreso son bien elocuentes: en nueve años, el aeródromo extremeño ha recibido poco más de 1,1 millones de euros, es decir, 120.000 euros por año.

Podría suponerse que este escaso interés inversor hacia el aeropuerto pacense viene relacionado con su actividad. Sin embargo, esta afirmación dista mucho de ser cierta.

Según el mismo informe del Gobierno, el aeródromo de Talavera es el tercero de España que más ha incrementado su volumen de viajeros en los últimos nueve años, multiplicándolo por tres, hasta alcanzar en el 2004 los 82.600.

Muy por detrás estarían Albacete, Córdoba, Ceuta, La Gomera, León, Logroño y Salamanca. Sin embargo, todos superan de largo la inversión en Badajoz. Así, a Albacete se destinaron 10 millones; a Ceuta, siete; a Córdoba, seis; a La Gomera, doce; a Logroño, 21; a León, 11,5, y a Salamanca, tres.

Vitoria, con un tráfico similar, recibió 23 veces más que Badajoz.