A las 19.30 horas partió ayer de San Vicente Ferrer la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Sepulcro, la penúltima de las doce procesiones de la Semana Santa placentina, acompañada por la música de la banda de cornetas y tambores de Medina del Campo, como es habitual desde hace unos años. Durante el recorrido de la procesión, que pasó, entre otros puntos, por la plaza de San Nicolás, la plaza de la Catedral, Santa Clara y la Plaza Mayor, se pudieron apreciar los nuevos faldones con los que cuentan los dos pasos de esta hermandad, el Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad.

Estas dos figuras se repartieron 84 costaleros, 24 para el Santo Sepulcro y 18 para Nuestra Señora de la Soledad, con sus correspondientes relevos completos, y que fueron acompañados de otros 400 hermanos de luz. Sin relevo, pero mayores en número fueron los costaleros de la procesión del Viernes Santo, unos 130, que cargaron con las tres efigies con las que cuenta la Cofradía del Santísimo Crucifijo y Descendimiento de la Cruz. El paso titular, el del Descendimiento de la Cruz, es el que más costaleros requirió, medio centenar, por los 40 de Nuestra Señora de las Angustias y los 36 del Cristo de la Agonía. Esta procesión, que contó con la participación de 600 cofrades, realizó el mismo camino que la de ayer, acompañada, en este caso, por la banda sinfónica y por la OJE.

La cofradía que cierra la Semana Santa, como es habitual desde el año 2003, es la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Pasión y María Santísima del Rosario en su Mayor Dolor, que partirá de San Vicente Ferrer a las once de esta mañana. Esta última procesión cuenta con la particularidad de que se divide en dos comitivas, antes de reunirse en la Plaza Mayor, razón por la que ha dado en llamarse Procesión del Encuentro, y que simboliza la alegría del reencuentro entre la Virgen María y Jesucristo, ya resucitado. La comitiva de que porta la figura de la Virgen llegará a la Plaza Mayor desde la calle Zapatería, mientras que la del Cristo hará lo propio a través del Rincón de San Esteban, después de haber pasado frente a la catedral. Una vez reunidas, ambas figuras realizarán el camino de vuelta a San Vicente Ferrer por la calle Zapatería.