El informe definitivo sobre las inspecciones de desarme en Irak no ha cambiado nada. Porque las presentaciones de los jefes de los inspectores de la ONU, Hans Blix y Mohamed el Baradei, reforzaron los argumentos tanto de los que están a favor como de los que están en contra de recurrir de inmediato a la fuerza militar contra el régimen de Sadam Husein.

En consecuencia, la crucial sesión del Consejo de Seguridad terminó sin que se hubieran modificado ni un ápice las posiciones previas, firmes y enfrentadas, de las cinco potencias con derecho de veto: EEUU y el Reino Unido consideraron probado que Sadam está incumpliendo la resolución 1441, mientras Francia, Rusia y China estimaban que el proceso de desarme de Irak iba por buen camino.

Tan dispares interpretaciones de una misma exposición de hechos revela que los discursos de los ministros de Exteriores habían sido decididos de antemano, porque sus gobiernos no estaban dispuestos a cambiar de opinión fueran cuales fuesen las conclusiones de Blix y El Baradei. No obstante, hay algunos indicios de que el campo belicista está empezando a flaquear.

SOLUCION PACIFICA

Por una parte, el ministro británico, Jack Straw, fue comedido en sus palabras --hasta el punto de que la española Ana Palacio le superó en alineamiento con las tesis de EEUU--, aunque sostuvo que la "solución pacífica" a la crisis sólo sería posible si se producía un "cambio inmediato y dramático por parte de Sadam". Por la otra, todos los miembros no permanentes del Consejo que hasta ahora parecían indecisos abogaron claramente por dar más tiempo a los inspectores.

Además, algunos de los más firmes aliados del presidente norteamericano, George Bush, parecieron empezar a flaquear. Como Italia, cuyo subsecretario de Estado de Defensa, Filippo Berselli, se sintió obligado a subrayar que Roma no apoyaría a EEUU si decidiera emprender unilateralmente la guerra contra Irak. También en la Moncloa se quiso matizar el duro discurso de Palacio (rechazando ampliar el plazo de las inspecciones) y fuentes del Gobierno de Aznar precisaron que España sí estaría dispuesta a esperar un tiempo breve antes de dar por imposible la solución pacífica.

El francés Dominique de Villepin lanzó un ardiente alegato en favor de la paz, recordando que tras una guerra habría que reconstruir Irak y restaurar la estabilidad en una explosiva región del mundo que habría quedado gravemente afectada por la contienda. Igualmente, el ruso Igor Ivanov y el chino Tang Jiaxuan, consideran que las inspecciones están progresando y es preciso tiempo para que fructifiquen.

Sin embargo, Washington y Londres hicieron caso omiso del informe de los expertos y se agarraron a violaciones tan poco trascendentes como el hecho de que los misiles Al Samud-2 hayan mostrado en pruebas tener un alcance superior en 40 kilómetros al límite de 150 kilómetros establecido por la ONU para los cohetes iraquís. Norteamericanos y británicos han empezado ya a presionar a los miembros más influenciables del Consejo para impulsar una segunda resolución que emplea los mismos términos de la 1441 pero concluye que ha llegado el momento de aplicar las "graves consecuencias" previstas en caso de violación iraquí.

SOLIDA MAYORIA

Pero no tienen la tarea fácil, puesto que no sólo tienen que sortear la posibilidad de un veto francés, ruso o chino, sino también obtener nueve votos. Y, tras el informe Blix-El Baradei, ha quedado claro que los oponentes a la guerra cuentan ya con una sólida mayoría de bloqueo de ocho votos: Francia, Alemania, Rusia, China, México, Chile, Siria y Pakistán. Si estos países se mantienen firmes, de nada servirá a EEUU y el Reino Unido convencer al resto de miembros del Consejo.

CONCESIONES DE SADAM

Más aún cuando Sadam parece estar cediendo a todas las exigencias de la comunidad internacional y ayer mismo cumplió la condición de promulgar leyes prohibiendo en su país las armas de destrucción masiva y la importación de materiales que puedan servir para fabricarlas.

No obstante, los preparativos bélicos continúan a marchas forzadas y la embajada española en Bagdad ha sido evacuada precipitadamente, tras la destrucción de todos los archivos que no han podido ser sacados del país.