Bien. Pues ya está aquí. Llegó la hora tan ansiada de ver en Cáceres a las mejores raquetas nacionales. En las horas previas al inicio, cuando el bullicio todavía no se había apoderado del Multiusos, la publicidad institucional de Cáceres 2016 brillaba, estratégicamente situada en ambos fondos de la pista y en el lateral que cae justo debajo del palco de autoridades. También Cáceres 2016 se apostaba en otros lugares preeminentes de un pabellón improvisado como recinto tenístico. Un escenario privilegiado en rojo y verde.

No había nervios de última hora, solo los ajustes previos al comienzo de los preliminares de la gran cita tenística que acogerá Cáceres hasta el próximo sábado. Nada de premuras. Ni asomo de correrías o histerismos. Todo ha sido preparado a conciencia, con pulcritud.

A la hora del té comienza a escucharse el desembarco plagado de ilusión de los más jóvenes. Se han abierto las puertas Chicos y chicas se afanan por coger el mejor sitio para ver a sus ídolos. Algunos muestran su decepción al conocer la ausencia de Ferrero. Es lógico. No son los únicos. Felipe Vela, tras su coraza de diplomacia, también dejaba entrever un mohín de disgusto. Una niña del Club de Tenis Cabezarrubia mostraba su desconsuelo a sus monitores, otros censuraban que durante el sorteo la organización no hubiera facilitado por megafonía información sobre esta última baja. Detalles de bajo calado que se producen en todo gran evento, restaban importancia otros.

La de ayer era la antesala a tres días de fiesta grande. Entrega de los premios de dibujo, presentación de los voluntarios, el sorteo de los partidos... Aperitivos antes de que los protagonistas empezaran a saltar a la cancha. Verdasco y Guillermo García estrenaron la pista. Luego fue el turno de Montañés, Hernández y Almagro (que se ejercitó con Diego Muñoz, actual campeón extremeño). Ni rastro de Ferrer o Feliciano. Alguno cruzaba los dedos. Un rumor sobrevolaba el pabellón: Corretja llega mañana. ¿Retransmitirá la final por La 2?