Era previsible que una crisis económica como la que actualmente padecemos habría de tener influencia en la litigiosidad entre empresas y trabajadores, competencia del orden de la jurisdicción social, dejándose sentir sobre todo en el número de procedimientos que por lo general venían conociendo los órganos judiciales de dicho orden.

Pero, por lo que respecta a los juzgados de lo Social, al menos a los dos de Cáceres, aquella previsión no ha sido en modo alguno trascendente por lo que toca al incremento en el número de procedimientos, ya que viene cumpliéndose en los últimos años un promedio de ingreso de asuntos en cada uno de los dos juzgados de aproximadamente 700.

Sin embargo si ha tenido lugar, sobre todo en el último trimestre de 2008, un importante incremento de procedimientos sobre despido, pues se paso en este Juzgado de unos 40 en cada uno de los tres primeros trimestres de aquel año a 103 juicios por despido en el cuarto trimestre. Quiere decirse que el incremento fue de algo más del 100%, que se produjo, como se dice, en el último trimestre del año 2008. Valga ese propio incremento para el Juzgado de lo Social nº 1.

En el año 2009 aquel incremento dejó de existir y se volvió a la situación anterior, ingresando procedimientos por despido, y por juzgado, en un número aproximado de 50 a 55 como promedio del total de los cuatro trimestres del año.

Además de cuanto se anticipa, es lo cierto que se ha venido y se viene observando un mayor número de procedimientos principalmente por despido y reclamaciones de retribuciones salariales en los que se ha propiciado una situación de consenso entre las partes, llegándose en un mayor número de procedimientos a conciliaciones ante el juez, sin necesidad de que en esos casos se llegara a sentencia.

Donde el incremento de asuntos ha sido trascendente es en aquellos procedimientos que tienen por objeto las reclamaciones de los trabajadores de sus retribuciones salariales que no fueron hechas efectivas puntualmente, y que una buena parte de las empresas, principalmente las pequeñas, han venido a justificar el incumplimiento de sus obligaciones por falta de capacidad financiera al serles denegadas por entidades bancarias créditos que solicitaban precisamente para hacer el pago de los salarios.

Cabe señalar, por último, que en el presente año 2010 continua la secuencia de entrada de asuntos al igual que lo ha venido siendo en los dos años precedentes.

Y señalar también, para terminar, que el ramo de actividad en que se ha dejado sentir con mayor intensidad, tanto el número de procedimientos por despido como por reclamaciones salariales, lo ha sido en el campo de la construcción, sobre todo respecto de aquellas empresas dedicadas al mundo de las contratas y subcontratas.