Tanto la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) como Iberdrola niegan que el brusco descenso sufrido por el caudal del río y del embalse de Valdecañas tengan relación con el inicio de las obras del gran complejo turístico Marina Isla Valdecañas, tal y como denuncian grupos ecologistas y otros colectivos sociales. Las dos entidades gestoras del río aseguran que el nivel de la aguas es el habitual de esta época del año. Sin embargo, el Tajo puede vadearse a pie y el embalse de Valdecañas tiene el nivel de reservas más bajo de los últimos cinco años a pesar de las copiosas lluvias de la primera mitad del 2007 y de las suaves temperaturas del verano que acaba de terminar.

Los primeros en dar la voz de alarma han sido los miembros de la Plataforma en Defensa del Tajo, "un colectivo ciudadano" de la provincia de Toledo "preocupado" por el descenso del volumen de agua en el río entre la presa hidroeléctrica de Azután --por encima de Aldea del Arzobispo, en la provincia de Toledo-- y Valdecañas. "Nos sorprendió que la CHT se permita el lujo de desecar el Tajo simplemente para permitir el comienzo de unas obras privadas", señala Miguel Angel Sánchez, portavoz de esta plataforma, convencido de que ambas circunstancias están estrechamente relacionadas.

En este sentido indica que el aspecto actual del río en ese tramo --de más de 40 kilómetros-- es "inaudito" en un año en el que no ha habido problemas de sequía. Sánchez asegura que Azután apenas suelta agua y que el cauce del Tajo se ha convertido en un arenal de playas con una estrecha corriente.

Este diario ha comprobado sobre el terreno la situación. Apenas unos kilómetros aguas arriba de Valdecañas, en el entorno conocido como La Facciosa --en el límite de las provincias de Cáceres y Toledo--, el río puede cruzarse a pie, tiene una profundidad de apenas 40 centímetros y su ancho no supera los cinco metros.

PROTESTAS ECOLOGISTAS Las organizaciones ecologistas también se han sumado a las protestas. Tanto Ecologistas en Acción del Campo Arañuelo como Adenex critican la reducción del caudal, una maniobra que consideran innecesaria para comenzar los trabajos de Marina Isla y que advierten "tendrá graves consecuencias sobre la riqueza natural de la zona". "La empresa ha entrado a saco con las obras y nadie se ha preocupado de rescatar a los animales que se han quedado atrapados por la bajada de las aguas; la mayoría han muerto", afirma Francisca Blanco, delegada de Ecologistas en Acción en el Campo Arañuelo.

Jesús Valiente, portavoz de Adenex, asevera que tanto el río como el embalse están "muy rebajados" respecto a lo que es habitual en estas fechas. "El caudal del río no es normal y tenemos testimonios que así lo constatan. No nos cabe duda de que el motivo es el inicio de las obras, aunque no tenemos pruebas documentales", declara.

Estas acusaciones han sido desmentidas por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) y por Iberdrola. Los primeros aseguran que el volumen de agua es el habitual y que se están cumpliendo las concesiones legales. "La situación del río no se puede achacar al proyecto en la isla de Valdecañas, sino a la estación del año en la que nos encontramos". Pero además, este organismo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, se desvinculan del proyecto: "Nosotros no tenemos nada que ver con las obras. Es una iniciativa de una empresa privada y a la Junta de Extremadura".

Por su parte, en Iberdrola, adjudicataria de la explotación de los dos embalses y del tramo de río que hay entre ambos, descarta que la situación sea anómala. Desde la compañía eléctrica afirman que "es terminantemente falso que el río esté seco o lleve menos agua de lo permitido". Según explican, tienen asignadas unas concesiones de caudal "con las que tenemos que jugar para obtener el mayor rendimiento posible, pero en ningún caso hemos permitido que el cauce caiga por debajo de lo permitido por el Gobierno".

Así, Iberdrola niega "rotundamente" que haya estado o esté manipulando el río para facilitar las obras en Valdecañas. Inclusosostienen que el nivel de agua essimilar a años anteriores y que,al darse cuenta de que en ocasionesel caudal podía ser demasiadobajo, “decidimos de forma altruista,a iniciativa propia y perdiendodinero” soltar más aguapara solventar la situación y evitardaños al entorno.

En una línea muy parecida sepronuncia la empresa promotora,Marina Isla Valdecañas, entidadsevillana filial de Marina deIslantilla. Su gerente, MiguelOñate, asegura que en ningúnmomento han solicitado a Iberdrolani a la CHT la reduccióndel cauce para facilitar las obrase indica que el embalse ha estadoen peor estado en varias ocasionesdentro de los 20 últimosaños. “Solo hay que mirar los datoshistóricos. Además, nosotrosno tenemos la necesidad de quelas aguas estén tan bajas parapoder realizar los trabajos”, explicaOñate.

MENOS AGUA EMBALSADA / Enmedio de toda esta polémica, locierto es que Valdecañas tiene lamenor cantidad de agua embalsadade los últimos cinco años yque sus reservas están por debajode la media histórica. Así, deacuerdo con los boletines queemite el Ministerio de MedioAmbiente, el embalse extremeñotenía –a 25 de septiembre–515 hectómetros cúbicos–sobre un máximo de 1.446–. Esdecir, estaba al 35% de su capacidady ligeramente por encimade los registros de finales de julio(503 hectómetros cúbicos) yprincipios de agosto (501), cuandose iniciaron las obras del MarinaIsla Valdecañas.

Pero además, si se observanlos registros históricos, es el mesde septiembre con menos aguaembalsada en Valdecañas en losúltimos cinco años (742 hm3 el25 de septiembre del 2006; 609en el mismo día del 2005; 656 enel 2004; y 894 en el 2003) a pesarde la alta pluviosidad de la primeramitaddel 2007 y las suavestemperaturas de este verano.

También se puede comprobarcómo en apenas un mes, entre el25 de junio y el 25 de julio de esteaño las reservas de Valdecañasdescendieron 705 hectómetroscúbicos de agua embalsada a503, según los datos del Ministeriode Medio Ambiente. No obstante,no ha sido hasta el iniciode las obras cuando los ecologistashan comenzado a poner elgrito en el cielo.